Cuando 2020 parecía expirar tan vertiginoso y a la par anodino como resultó, 'Mamá Noel' puso en mis manos en Nochebuena El infinito en un junco, ensayo de Irene Vallejo sobre los albores de la escritura que está rompiendo moldes. Ahí me topé con la saga de los Ptolomeos y con Alejandro Magno, pero también con Tolkien y Minas Tirith; disfruté con las andanzas de Cleopatra y Marco Antonio, de Aquiles en La Ilíada o de Ulises en La Odisea, pero también con Eastwood en Sin Perdón; rememoré las batallas de Aníbal y Escipión, pero también a Wilde en La balada de la cárcel de Reading ("cada hombre mata lo que ama"). En ese junco aparecen todos los que fueron y estuvieron: Adriano, Trajano, Poe, Aristóteles, Sócrates, Balzac, Calígula, Cervantes, Chéjov, Churchill, Hitler, Dalí, De Niro, Descartes, Dumas, Eco, Einstein, Lorca, García Márquez, Hipatia, Hitchcock, Jesús de Nazaret, Julio César, Kubrick, Kundera, Lovecraft, Mahfouz, Mao, Marx, Mozart, Napoleón, Nabokov, Nerón, Orwell, Picasso, Shakespeare, Tolstoi, Van Gogh, Zweig... Revueltos en un delicioso aleph propio de Borges.