Una semana después de las Elecciones Andaluzas, los movimientos que están realizando los tres partidos de derecha y extrema derecha evidencian que el posible pacto de perdedores se está decidiendo fuera de Andalucía, se está negociando con opacidad y, en el caso de Ciudadanos, se está realizando al precio de saltarse, a la primera de cambio, sus proclamas de regeneración y trasparencia para acabar aceptando los votos de una formación de ultraderecha.

Este intento de acuerdo de perdedores sólo nos traerá parálisis, sectarismo y un serio retroceso en los avances sociales y democráticos conseguidos y asumidos como garantías de bienestar y prosperidad, para imponernos actitudes como el machismo y la xenofobia, frontalmente contrarios a los valores que votamos, hace 40 años, en nuestra Constitución y, más recientemente, en nuestro Estatuto de Autonomía.

Por eso, ante esta deriva irracional y este pacto que quieren firmar en contra de los intereses de los andaluces, el PSOE va a ejercer la legitimidad que tiene, como partido más votado, para intentar formar un gobierno coherente y estable que defienda con fuerza nuestro autogobierno y nuestra historia de avances.

Es nuestra responsabilidad -y el PSOE siempre ha sido el partido de la lealtad y la responsabilidad con Andalucía y con sus ciudadanos- impedir un gobierno supeditado a un partido que quiere liquidar la autonomía, que es contrario a los valores constitucionales y que, por cierto, tendrá que ser activo y será necesario para votar presupuestos y cualquier aspecto que lleve la derecha al Parlamento de Andalucía, por lo que no es verdad y supone una manipulación y un engaño a los ciudadanos afirmar que no habrá pacto en principio con esta fuerza política.

Los andaluces -en un resultado que no es el deseado y del que hemos tomado nota, con un riguroso análisis desde la autocrítica- nos han dicho, sin embargo, con sus votos que el PSOE debe seguir siendo el partido de los andaluces y por eso nadie arrodillará a un partido con esta trayectoria y apoyo social, por lo que debemos pasar a ejercer ese mandato desde la responsabilidad, para garantizar la gobernabilidad de esta tierra, siempre desde el respeto a la Constitución, el Estatuto de Autonomía y el autogobierno, para continuar construyendo la Andalucía del futuro para todos sus habitantes.