El pleno de nuestro Ayuntamiento celebrado el pasado lunes nos ha recordado que los almerienses vamos a tener que pagar cerca de 30 millones de euros por sentencias desfavorables relacionadas con las expropiaciones de terrenos llevadas a cabo por el Partido Popular para la prolongación del Paseo Marítimo. Pero, además, nos ha mostrado que tenemos un alcalde que, un 10 de septiembre, se desplaza al Congreso de los Diputados a trasladar su rechazo al acuerdo que contemplaba que los entes locales cederían al Estado sus remanentes de pasados presupuestos y a exigir al PSOE que les liberen esas cantidades (en nuestro caso, parece que supera los 40 millones) y las dejen a total disposición de los ayuntamientos "porque los ayuntamientos necesitamos utilizar nuestro dinero para seguir ayudando a las familias" (noticia en https://www.almeriaciudad.es/) y, un 16 de noviembre, propone la utilización de más de 17 millones de ese dinero liberado para el pago de una de esas sentencias desfavorables que es firme desde hace más de un año y para la que nuestro Ayuntamiento ya había aprobado, por viable para nuestra estabilidad presupuestaria, un plan de pagos parciales que, como se dijo en ese pleno, en estos momentos está siendo analizado por el Tribunal sentenciador. Una propuesta posible ante la desaparición de las limitaciones de gasto de los remanentes municipales y que el equipo de gobierno vende como una excelente operación financiera y contable, digna de los mejores gestores de lo público, pero también una propuesta que abochorna. Porque, por supuesto que responder a una deuda en un único pago evita la generación de intereses, y que afrontar esa deuda de una vez permite no comprometer los presupuestos futuros, pero es que lo que aquí ocurre hoy, lo que ha llegado a las calles y hogares de esta ciudad, no entiende de oportunidad financiera ni presupuestaria sino de consistencia en la palabra, de respeto a los ciudadanos, de comprender la situación y estar a su altura y de dar respuestas ágiles. Esos más de 17 millones deben de destinarse ya, y de forma efectiva, a las empresas y familias almerienses afectadas por la crisis que ha traido esta pandemia; esos más de 17 millones han de utilizarse para sostener, embellecer y hacer más atractiva esta ciudad para cuando llegue el día en el que turismo se reactive; esos más de 17 millones han de dedicarse a hacer de Almería una ciudad con un sentido reconocible y en el que nos reconozcamos. Y debe ser así porque ese dinero pertenece a los almerienses, porque la razón de esa autorización excepcional de gasto de los ahorros es la pandemia Covid-19, porque eso es lo que nos dijo nuestro alcalde que iba a hacer con ese dinero si esa autorización excepcional llegaba y porque, sin lugar a dudas, momentos como este son momentos de gastar y endeudarse para y por los ciudadanos.