Javier / Montoya

A por el maillot amarillo

MAÑANA es la última etapa de las duras duras, muy duras, que ha tenido que el Almería. El balance de las tres primeras no es bueno pero era previsible porque el almeriense no es favorito para llevarse la carrera de la liga y se le han hecho cuesta arriba las empinadas rampas de las últimas jornadas. Ya en la última dio síntomas de tener buenas piernas y poder plantar cara, tanto que casi gana.

Ahora toca enfrentarse a quien viste de amarillo, el Villareal, que sin embargo no es el líder de la carrera ni aspiramos a destronarlo -perdón por el titular, publicidad engañosa que se llama-. En esta vuelta, el jersey oro -más castizo que su homónimo francés- queda cada vez más lejos y el Almería asume su papel de luchar por clasificaciones secundarias o al menos ir manteniéndose con dignidad en carrera y ganarse así un puesto para el año que viene.

Puede ser una buena oportunidad para decir "aquí estoy" y reforzar la moral tras las buenas sensaciones, ya mencionadas, transmitidas el pasado domingo, cuando se le plantó cara a uno de los más laureados a nivel nacional e internacional. La misión no será fácil, como tampoco volver a la realidad después de mañana.

Pase lo que pase, la siguiente cita será a priori más asequible -o menos dura-; aunque no valdrán las excusas de 'Angliru', 'Tourmalet', 'Mortirolo' o 'Calar Alto'. Ojo a las jornadas de descanso y a las etapas llanas porque son un arma de doble filo y se marcan diferencias entre rivales medianos. Para quedarse ahí, en una más que envidiable mediocridad, hay que echar el resto. Ya aspiraremos a puestos de pódium y/o a viajar por Europa como nuestro espejo donde mirarnos y rival mañana.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios