Con más medios ayudaremos mejor

Para que la ayuda sea efectiva, tiene que estar bien gestionada. Los afectados necesitan soluciones y no grandes titulares

El Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado mucho más interés por publicitar la medida del Ingreso Mínimo Vital que por dotarla de un sistema realista de aplicación por parte de los ayuntamientos, sobre los que ha descargado directamente la responsabilidad de gestionar este compromiso político. Y esta falta de previsión, o estas prisas de calendario, obligarán a los ayuntamientos a gestionar esta prestación por sus propios medios y sin ayudas externas, lo que puede acabar comprometiendo las políticas municipales ya en marcha para ayudar a los afectados por el coronavirus en Almería. En este sentido, el Ayuntamiento de Almería, a través de un informe del Área de Familia, Igualdad y Participación Ciudadana, ha cifrado en 1,2 millones de euros anuales el coste que para las arcas municipales supondrá la gestión del necesario y razonable Ingreso Mínimo Vital. Una gestión que conllevaría, además, la contratación de 15 trabajadores municipales más para evitar el colapso de los cuatro Centros de Servicios Sociales Comunitarios que tramitarán este nuevo recurso social. Creo que es inexcusable que el Gobierno Central nos dote de medios y dotación económica para asumir esta gestión y evitar poner en peligro la continuidad de otros proyectos sociales ya consolidados. Creemos que los gastos derivados de la aplicación de esta nueva prestación deben ser financiados con aportaciones adicionales a las entidades locales, tal como llevaremos a Pleno a través de una moción, para que el Ayuntamiento pueda gestionar el IMV con garantías y sin poner en riesgo otros recursos municipales. Los trabajadores de los Servicios Sociales Comunitarios del Ayuntamiento de Almería, a los que desde aquí quiero agradecer su profesionalidad y compromiso durante estos meses de pandemia, están ya al límite, porque están atendiendo una media de 400 llamadas diarias y han tramitado un total de 730 'expedientes COVID' que han permitido un desahogo a las familias en riesgo de exclusión con un coste de más de 380.000 euros. Una gestión de emergencia que ha venido a completar una serie de intervenciones urgentes dirigidas a ayudar a quienes peor lo están pasando y que han supuesto para este ayuntamiento una inversión global en materia social de más de un millón de euros en menos de tres meses. Para que la ayuda sea efectiva, tiene que estar bien gestionada. Los afectados necesitan soluciones y no grandes titulares.

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