Opinión

Gonzalo Hernández Guarch

Un mensaje de esperanza

Esta crisis puede significar también una oportunidad única. Estos días hablamos todos de las vacunas. Esta situación es una verdadera vacuna moral de toda la sociedad, y si sabemos aprovecharla, con todo respeto por los fallecidos, podrá significar una verdadera revolución en nuestra forma de entender la vida. Atrás quedarán muchos conceptos obsoletos. Entre otros tengo la convicción de que cambiará el sistema político. Lo notaremos pronto, mientras terminamos de salir de esta situación será como si delante nuestro se abrieran una grandes puertas. Nuestra decisión será negarnos a entrar o hacerlo con la convicción de que ese mundo será muy distinto y mucho mejor. Nuestra obligación será asumir ese enorme cambio, vencer la resistencia de los que preferirán proseguir con los modos y maneras anteriores.

Por ejemplo en nuestro país deberíamos apoyar- esta vez sin ambages, sin reticencias - la investigación en medicina avanzada, en bioquímica, en ingeniería genética aplicada, en nuevos medicamentos y vacunas, en nuevos procedimientos médico-quirúrgicos. Siempre ha existido una gran tradición médica, es hora de aprovecharla. Hacer volver a un número importante de españoles que solo volverían si se dieran las condiciones adecuadas. Es factible y viable. Hagámoslo.

No es hora de dividir ni fraccionar el país. Somos fuertes unidos como se está demostrando en estos días. Nos necesitamos todos, apoyemos esa idea. Juntos somos una nación envidiable.

Estos días de temor y desesperanza, a pesar de todo, a pesar del enorme dolor por los que se han ido, son la mejor vacuna para comprender que no podíamos seguir en un camino que no conducía a ninguna parte. Y eso no lo pueden hacer unos pocos, no lo puede hacer un grupo político. Es tarea de todos. De todos juntos, involucrando lo mejor que tenemos. La enorme sociedad civil, que está ilusionada en salir adelante, en una nueva forma de entender el mundo. Apoyémosla. Esta vez no habrá excusas ni coartadas. Estamos a punto de cerrar una etapa histórica y de abrir otra. Aprovechemos las enseñanzas, aunque hayan costado un insoportable dolor a tanta gente. Miremos adelante, sin olvidar a los que han caído, esta será una oportunidad para el mundo, porque el mundo entero está involucrado. Solo tenemos que dejar atrás las dudas, el resentimiento, los egoísmos, y empezar a pensar positivamente, a hacer las cosas con sentido común. Un new deal para todo el mundo. Hagámoslo.

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