El método del caso

Les propongo un caso para comprender el lío ese de los Presupuestos de la nueva Junta que tanto huele a vieja

En un pago de esos en los que de vez en cuando le gusta perderse a uno, me contaron un sucedido que les voy a trasladar como un buen ejemplo de lo que ha dado en llamarse método del caso. Esa metodología hace hoy furor, sobre todo en la enseñanza del Derecho, no sé si por sus virtudes intrínsecas o por venir a suplir la cada vez menor capacidad de abstracción de los alumnos, pero tal vez el caso que les voy a proponer pudiera servirnos hoy para comprender el lío ese de los Presupuestos de la nueva Junta que tanto huele a vieja.

Resulta que en un pueblo andaluz había un más que mediano propietario, llamémosle Juan Popu Lar, que después de muchos años de intentarlo se había hecho con una estupenda finca de la que pensaba extraer grandes beneficios. Lindaba por su izquierda con otra nada mala hacienda, propiedad de Juan Ciudad Anos, con el que Popu tenía, por la cuenta que le traía, una buena relación. Pronto se pusieron de acuerdo en temas de recíproco interés, que si la luz, que si el carril, el vallado y el guarda. Pero tenían el problema del agua, sin la que nada valía nada. A la derecha de Popu Lar vivía un pequeño ranchero, lejano pariente suyo, que alguna vez había metido las cabras en lo de Popu y Ciudad. Con muchos sudores había conseguido una parcela en la que, para sorpresa y envidia del pueblo, había encontrado un manantial inagotable.

-Ve y dile a tu vecino -le dijo Ciudad a Popu Lar- que queremos esa agua que necesitamos, pero que no estamos dispuestos a pagarle nada por ella. Y ve tú porque yo a ese pelagatos no puedo ni verlo y temo crean en el pueblo que soy amigo suyo. Dile también que si no nos da el agua, no podremos cultivar, no habrá jornales y todo el pueblo le odiará por ello.

Allá que fue Popu con el cometido, y en llegando al ranchito de Juan Voz, sin acercarse siquiera a la casa, desde el cercado le gritó lo que ya saben y añadió: "Ya sabes también que si no haces lo que te decimos, pudiera ser que viniera otra vez ese maldito cacique, el Pesote, y acabara quedándose de mala manera con todo esto, que cree suyo por haberlo sido antes y por mucho tiempo. Y tú tendrás la culpa."

¿Qué respondería usted si fuera Juan Voz? ¿Qué haría usted si fuera Juan Popu Lar y Voz no se aviniera? ¿Cree que Juan Ciudad debiera cambiar de actitud? ¿Cree que el agua vale algo? Escriba durante diez minutos, razonando la respuesta.

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