Ser tú mismo en tu zona de confort

Nos acompaña pobreza lingüística: ni usamos todo nuestro léxico, ni alcanzamos a comprender el significado de las palabras

Parece imprescindible introducir innecesarias sajonadas para llamar la atención de la persona que busca después de cansada: puede que precisemos un "coach" para garantizar un buen "mindfulness" que nos permita incorporar el "running" o el "cycling" al trabajo "on-line". Muchas veces no es necesario traducir, porque la frase ya es suficientemente llamativa en sí: has de conseguir "ser tú mismo", y para eso has de abandonar "tu zona de confort". Vamos a ver, ¿acaso cambiar es dejar de ser tú? ¿Acaso has de perseguir una estabilidad en la vida para que venga alguien a decirte que has de abandonar esa situación tan deseada?

Otra cosa es que estés jodidamente mal y te niegues al cambio por miedos; entonces sí que es el momento, ¡lánzate y déjate bien aconsejar! No seré yo quien niegue la eficacia del trabajo de entrenadores, del cuerpo y del alma, que te hagan tener conciencia plena de todo tu ser y te ayuden a encontrar el sentido de tu vida integrando familia, amistades, trabajo, intereses personales,… Lo que sí que reivindico es un uso adecuado, en la medida de lo posible, del lenguaje. Sobre lo que llamo la atención es la pobreza lingüística que nos acompaña: ni usamos todo nuestro léxico disponible, ni alcanzamos a comprender el significado de las palabras. Pareciera que decirlo en inglés ya es un paso…

La carga política de las palabras también nos llevará a confusión. Un militante de la Izquierda que se precie (sea entendida mi sorna) siempre criticará la acción caritativa; "porque la realidad no se cambia con caridad". Totalmente de acuerdo, sobre todo cuando la caridad se limita o confunde con la limosna. Ignorancia siempre y en ambos casos: en el caso del ateo cuando la limita y del creyente cuando la confunde. ¿No somos capaces de relacionar caridad con amor? Perdemos mucho tiempo en hablar; demasiado, cuando es tan poco el que le dedicamos a pensar lo que expresamos y cómo lo hacemos. Por eso, para andar confundidos nos basta el propio idioma. Muchas veces, cuando te animan o te decides a abandonar tu zona de confort… ¡ya es tarde, porque tú o tu empresa precisáis cambios que no se supieron anticipar! Porque, desde luego, si las cosas van bien, ¿a dónde quieres ir? ¡Huir es de cobardes! Y, ¿hacia dónde puedes ir sino a ti mismo? Como dijo Oscar Wilde, "sé tu mismo, los demás ya están ya ocupados". Así que no cambies por cambiar; en todo caso, hazlo en ti.

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