El callejón del gato

El movimiento de Yolanda Díaz

Experimentos semejantes a SUMAR, hasta la fecha, no han dado buenos resultados

Parto de la base de considerar a la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz una buena ejecutiva. Su labor en el gobierno es encomiable por muchos motivos. Como ministra de Trabajo, desde sus comienzos, demostró tener una formación sobrada sobre la materia que le fue encomendada. Sus conocimientos jurídicos laborales se perciben cada vez que tiene ocasión de debatir con la oposición que, difícilmente, consiguen ganarle la batalla. Como negociadora, fue capaz de sacar adelante una reforma de la Ley Laboral con el visto bueno de empresarios y sindicatos. Y su función en el gobierno de coalición ha sido muy positiva apaciguando las aguas cuando ha sido necesario, para evitar que los enfrentamientos internos lleguen a mayores. En fin, pienso que es una pieza fundamental en el lugar que ocupa. Lo que no tengo tan claro es cómo será la Yolanda Díaz encabezando la aventura que ha puesto en marcha. Pienso que ha empezado la casa por el tejado. Se ha colocado en la cúspide sin cimientos que la sostengan contra vientos y mareas, y eso es muy peligroso. Desde que el PC dejó de ser un partido con presencia suficiente en el mundo de la política, todos los grupos que se han construido a la izquierda del PSOE, no han conseguido formar una organización consistente. Surgen en torno a una persona que se postula a sí misma capaz de liderar al grupo en cuestión. El más significativo fue Podemos bajo el mando de Pablo Iglesias que, poco a poco, se fue debilitando con la marcha de otros líderes como Íñigo Errejón, que decidieron encabezar otras formaciones, rivalizando en el mismo campo, no en función de un programa, sino de las personas que presiden el grupo. En la presentación de SUMAR que Yolanda Díaz ha calificado como un "movimiento ciudadano", ha evitado la presencia de las ministras de podemos y de cualquiera que encabece una de las formaciones que transitan por su cuenta en ese espacio. Pero esas personas están ahí y cada una con sus propios intereses a los que tendrá que atender si quiere contar con sus apoyos. Experimentos semejantes a SUMAR, hasta la fecha, no han dado buenos resultados. Dice Yolanda Díaz que no va de partidos ni de siglas cuando el instrumento con el que las democracias han funcionado, han sido los partidos políticos que son formaciones consolidadas con poder para decidir, elegir y apoyar a la persona que los representa. Nombrarse a sí misma y navegar por libre, puede ser navegar a la deriva.

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