No se puede investigar

23 de enero 2025 - 03:08

Pueden mentir, cambiar de opinión, prevaricar, enchufar, usar el dedo y toda clase de triquiñuelas que se les ocurra, y encima piden, exigen que no se les pueda investigar. Lo decía alto y claro hace unos días el señor Ábalos, don José Luis. No sé si lo de señor le empieza a ir grande. Y lo manifestaba enfadado, el “peazo” de político de la comunidad valenciana, que anda en estos días con la justicia pisándole los talones por algunas de sus tropelías, unas conocidas y otras por conocer. Y ante lo que para él es una injusticia con los políticos de raza, los que si es necesario como él se juegan la vida en defensa de los intereses de los ciudadanos, bueno, de algunos ciudadanos, considera que los jueces no deben, no pueden investigar a los políticos.

Le ha debido sentar mal que Pedro, su íntimo amigo hace años, su jefe durante su tiempo en el gobierno, intente sacar adelante lo que algunos llaman la ley Begoña, o ley opereta, y a él lo deje en la estacada. Comprensible el enfado. Va a perder el suplicatorio, el aforamiento va a dejar de ser un escondite para sus trucos, y todo apunta a que la justicia le va a meter mano, en el mejor y más justo sentido del término. Se entiende que el hijo de picaor ande picao como un toro en el albero, y se revuelva como ese morlaco que siente clavada en su lomo la pica del juez. Y se revuelve, y pide algo que para él es de justicia: que los jueces no puedan investigar a los diputados.

Lo único que les faltaba a estos morlacos metidos a políticos es que los de las puñetas no les puedan investigar. Quieren acabar con la Uco, y se entiende, pero es mejor otra ley, no entiendo que no se le haya ocurrido a algún socio de Pedro, por la cual los señores diputados, se supone que entraran en esa ley los senadores, no puedan ser investigados, y se conviertan en personajes como los Reyes o los Papas, inviolables ante cualquier tropelía cometida en la tierra.

Tienen cara los caballeros, con sus rubias novias, sus enchufes para ellas, sus coimas, y sus subalternos cobrando de las empresas que van recibiendo tratamiento desde el ministerio del prohombre. El problema, que se empieza por los diputados, a los que les parece poco el aforamiento, y piden trato real, y al final vamos a tener en el mismo tejido judicial a senadores, diputados autonómicos, alcaldes y ediles de tres al cuarto. Pero, y lo que nos vamos a ahorrar en jueces e investigadores, nos dirá Marichú, la ministra de hacienda.

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