Una noche de pesca

El pez es sagrado en muchas culturas. La figura del pescador se rodea también del misterio simbólico

¡a la de tres! dijimos sonrientes y toda la familia lanzó su sedal al agua. Pasar un rato pescando se nos antojaba una manera diferente de disfrutar de una noche de verano. El ronroneo de las olas se mezclaba con una suave brisa levantina. Las luces de alguna farola despistada iluminaban la superficie del agua con un baile de brillos distorsionados. El olor a mar se mezclaba con el crujido húmedo de la arena bajo nuestros pies.

Los preparativos habían alejado a los más pequeños de las pantallas. Cada uno se afanaba en confeccionar un aparejo adecuado para esta labor. Me resultó llamativa la ilusión que despertó la idea. Tal vez fuese sólo por la novedad, pero me preguntaba si habría, acaso, una suerte de respuesta inconsciente, primigenia y atávica de lo que supone el simbolismo de la pesca y el pez en el ser humano.

El pez ha sido considerado un animal sagrado en muchas culturas. Un explorador de las profundidades ignotas capaz de emerger para dar continuidad, generosamente, a la vida terrestre. Cuánto se parecerá ese pez a la idea (o el conflicto) que surge desde las profundidades del inconsciente a la superficie consciente dando respuesta y alimento a nuestro Yo más terrenal. Y esto, muy importante, no sucederá sin antes aplicarse a la tarea de modo paciente y constante.

Símbolo de fecundidad e incluso de fidelidad según las regiones (algunas especies se emparejan de por vida) los peces resultan una imagen recurrente en la práctica totalidad de las mitologías. Su forma de huso puede describirse, esquemáticamente como un arco que va de abajo hacia arriba y otro que se traza al inversa, de arriba hacia abajo . En su intersección se apreciará la separación del cuerpo y la cola. Desde las pinturas rupestres parece encontrarse en este dibujo la relación entre el Cielo y la Tierra. Arriba y abajo unidos en perfecta y sinuosa armonía.

El pescador supone, asimismo, una figura igualmente poderosa. Cristo se representa como "el pescador de hombres". En leyendas artúricas surge la figura del "Rey Pescador" como el último de una estirpe de reyes-sacerdotes protectores del Santo Grial. La noche sorprendió con alguna picada fortuita. Pequeñas piezas que fueron liberadas inmediatamente a su medio. Todos disfrutamos, en respetuoso silencio del mar y de los misterios que aguardaban a un par de metros de nuestras cañas. Alguien preguntó ¿es cierto que la vida surgió en el mar?

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