A Son de Mar

Inmaculada Urán / Javier FornieLes

Las nuevas letras

Nos preguntamos si sería posible rescatar esta parte del patrimonio cultural y colocarlo en internet

En los ochenta la Diputación promovió una revista: Las Nuevas Letras. El primer número salió en 1984 y el último en 1989. La dirección se encomendó a Fernando García Lara y como subdirectores figuraron Fernando Valls y José Manuel Pérez Tornero. No fue una mala elección como demuestra la trayectoria de cada uno de ellos en diferentes universidades.

Eran tiempos muy distintos a los actuales. La cultura, tal y como se entendía entonces, andaba ya herida de muerte, pero aún no se sabía. Durante los años de la Transición las conferencias, las reseñas de actos culturales y los extensos artículos ocupaban un lugar muy destacado en la prensa. Otra revista, Cuadernos del norte, había logrado cierto reconocimiento y situó a Asturias en el mapa cultural. Las Nuevas Letras probablemente pretendía hacer lo mismo desde otra provincia 'remota'. En ella aparecieron trabajos de Umberto Eco o de Octavio Paz, poemas o textos inéditos de novelistas como Luis Goytisolo. En aquellos años, se trataba de parecer muy moderno y de mantenerse abierto a todos los vientos que procedían del arte, el diseño, el ensayo, la creación literaria o los medios de comunicación. Al mismo tiempo, se pretendía atender las inquietudes comunes sin olvidar los temas locales. Un artículo de Juan Goytisolo abrió el primer número, Soledad Gibert escribió sobre los Literatos de la Almería musulmana y en sus páginas aparecieron los recuerdos de algunos viajeros, el relato de la guerra civil en Almería o las fotografías siempre excelentes de Pérez Siquier. Con el tiempo la mayor parte de los artículos ha envejecido. Ya no se llevan las largas reflexiones sobre el sentido de la responsabilidad o sobre el papel de los intelectuales por mucho que las firmen Victoria Camps o Antonio Elorza. Eso sí, algunos trabajos se siguen mencionando sobre todo en el campo de la literatura, pues allí encontramos a filólogos tan destacados como Mainer, Gonzalo Sobejano, Darío Villanueva...

El papel y las bibliotecas están muy unidas a las vidas de quienes tenemos ya una cierta edad. Pero no podemos olvidar las posibilidades de las nuevas tecnologías. Nos preguntamos si sería posible rescatar de los estantes esta parte del patrimonio cultural de la provincia y colocarlo en internet. La inversión es mínima y cada vez que se cita la revista vuelve a aparecer, al fin y al cabo, el nombre de Almería.

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