Comenzamos el año con media provincia de baja, confinada o haciendo cola en el autopcr. Vaya Nochevieja pensando en que al día siguiente a las nueve tienes que hacerte una pcr e ir en coche, para que además te hagan un test de alcoholemia y te pongan una multa. Sin embargo, hay motivos, laborales, para el optimismo. El año comienza con la reforma laboral consensuada que debe permitirnos dejar de hablar de reformas y contrarreformas durante una temporada. Lo que empresas y trabajadores necesitan es un marco estable. No es muy entendible, ya avanzo, la oposición de los populares, cuando se mantiene el 95% de la que ellos hicieron, incluido lo más importante de ella. No se altera el coste del despido, ni cambia la posibilidad de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, centrándose esta reforma en aquello que no abordó la de 2012: la precariedad. En realidad iniciamos el año con solo parte de esta reforma, pues mucho de lo relativo a contratos entra en vigor el 31 de marzo (y vete a saber si no se prorroga que no sería la primera vez ), dándose un tiempo para que todo el mundo se adapte, empresas y Administración, se adapten. Desaparece, ya comentamos la semana pasada, el contrato de obra o servicio determinado, que era el más usado, pero que como no había uno que tuviera justificación, los tribunales acababan en el 150% de los casos considerándolo fraudulento y estableciendo la indemnización del despido improcedente. Al final, resultaba más caro. Venimos de una cultura de la temporalidad, así que ahora las dudas se debaten entre si, de repente, se dejará de contratar a ver que pasa o se convertirán de prisa y corriendo todos los contratos en indefinidos. Ninguna de las dos cosas son necesarias. Los contratos temporales seguirán existiendo y la desaparición del contrato de obra o servicio no implica que mañana ninguno de esos contratos existan. Si el día 30 de diciembre alguien suscribió un contrato de obra, este junto con todos los actualmente vigente, podrán durar tres años. Es decir, hasta 2024 o 2025 (recordemos que en solo 11 meses se han firmado 147.500, que dada en muchos casos su duración, si se les aplicara -no va a ocurrir- la nueva penalización de 26euros cada vez que dé de baja un contrato de menos de un mes, se terminaba el déficit de la Seguridad Social. Y bien, feliz año nuevo a todos.

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