¿Por qué nos odian a EEUU?

De esta espiral de violencia sólo se saldrá con mucha sangre y en el largo plazo... si es que alguna vez se sale

Noam Chomsky, experto lingüista en la nómina del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), se hacía esta pregunta décadas atrás. Y Occidente, con la misma contundencia que hay que recriminarle a Oriente que su Dios se manche las manos de sangre, ha de hacerse esta pregunta de manera honrada y crítica. Pues ya no es sólo ese país autodenominado, erróneamente (allí, en aquel continente también están los EEUU de México, los EEUU de Venezuela, los EEUU de Brasil,…), "USA", quien tiene que hacer examen de conciencia. Para las personas que ya leen con cierto escozor en el asiento, lo dejaré claro desde el principio: los EEUU de Norteamérica han lanzado más de 26000 bombas sobre otros territorios en 2016: 12192 sobre Siria, 12095 sobre Irak, 1337 sobre Afganistán, 496 para Libia, 34 sobre Yemen, 14 sobre Somalia y 3 sobre Pakistán. ¿Somos capaces de comprender el daño causado por este "país aliado" sobre otros países que nos resultan tan lejanos? Pues lo expongo claramente: cuando alguien plantea que la posición occidental tendría que ser más beligerante ante el enemigo yihaidista, ¿afirma acaso que habría que lanzar más bombas? ¿Son poca prevención esas 26171 bombas? Al igual que su compatriota Chomsky, Bernie Sanders, el demócrata derrotado en las primarias por Hillary Clinton, estuvo en un aula de enseñanza secundaria de su país contestando a las preguntas que le hacían los alumnos.

Y lo dejaba claro: "EEUU es un enemigo para cualquier país que plantee una alternativa social para su ciudadanía… y ha sido especialmente beligerante con ellas, apoyando golpes como el que derrocó a Allende en Chile…". Y lo que más me llama la atención de este señor: su actitud pedagógica antes de contestar; dice "¿han comprendido todos ustedes la pregunta?". Por otro lado, es de suicida creer que es únicamente diálogo lo que se necesita, pues una pretendida "Alianza de Civilizaciones" sólo nos llevaría a un callejón sin salida ante "el apedreamiento de la mujer adúltera". Si acaso, ese diálogo habría que fundamentarlo en una educación laica (exigencia para Oriente) y en unas relaciones económicas más justas y lejos del negocio de las armas (exigencia para Occidente). En cualquiera de los casos, estamos ya, definitivamente, en una espiral de violencia de la que sólo se podrá salir con mucha sangre y en el largo plazo…, si es que alguna vez se puede salir.

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