Uno de los efectos aún no suficientemente estudiados de la pandemia es la falta de intimidad en las conversaciones. Que ya con los móviles se había reducido mucho, cierto. Ayer, en el vestuario del gimnasio, escuché a la otra persona que estaba allí decir: eres un Tinverguenza, ¿Un qué?, respondí, creyendo que se dirigía a mí. Un tinverguenza, repitió (había oído bien, tin, con t), para añadir: estoy hablando con mi hermano. Que no es que fuera con su hermano imaginario, como hacen algunas personas, No. Es que tenía un auricular puesto. Quedé como un cotilla.

Justo lo mismo que en la conversación ? a gritos, para mantener la distancia de seguridad- de hace bien poco. Un grupo de expertos (todos los somos ya aunque no salgamos en la tele anunciando el apocalipsis vírico) comentaba las diversas cualidades de las vacunas. Me reí un poco cuando una de esas personas dijo haber leído que si te ponías la vacuna por la tarde la carga antiviral era mayor. Y resulta que la información era cierta. Estamos, amigos, a nada de tener que escoger vacuna según la posición astral de nuestro signo del zodiaco.

Y no me malinterpreten, no solo no soy antivacunas, soy un fan. Llevo más que nadie creo yo, hasta la de la gripe me he puesto y no he añadido la de la tos de la perrera porque me daba apuro quitársela a mi perro, que no se lo merece. Total, que tengo el pasaporte covid más completo que el carnet de baile de Escarlata O?Hara y me vendrá bien para ir a la comida de Navidad con los amigos. Por ahora, es la única medida que parece anunciarse en esta nuestra Comunidad. Cuando estamos casi todos vacunados yo creo que solo servirá para aumentar las colas en las puertas. Pero como no lo tengo claro y soy de natural obediente, tengo el pasaporte listo, que lo iba a usar para irme al extranjero y ahora tendré que conformarme con utilizarlo para ir a Viator. ¿Afectará al empleo en este fin de año? No lo creo. Noviembre, ya saben, terminó en nuestra provincia con el mayor número de personas de alta en la Seguridad Social de la serie histórica, 314.168 personas, cifra que mejorará en diciembre, y que con el previsible nuevo descenso del paro completará una reducción de más de 17.000 parados en 7 meses. Si esa medida es todo lo que tenemos que soportar, bien está ya que no parece que la recuperación del empleo se vea afectada y así, esperaremos 2022, con las reformas laborales que anuncian para este mes.

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