El oráculo

Como soy tan raro, por las mañanas escucho en la radio al carca y por la tarde a la progre

Como soy tan raro, por las mañanas escucho en la radio al carca y por la tarde a la progre. En radio progre feminismo de las tardes raro es el día que no entrevista a alguien que abunda en el feminismo light, el que no va con azadones a darle al ser humano varón y cuando pilla alguien sospechoso de no vociferar matracas femiprogres le planta el interrogatorio con flexo y dedo acusatorio. Y entre medias trae economistas felices que cobran puntualmente su sueldo y señalan con carraspeo los errores de los demás, economistas o no, que claro, no siguen sus consejos. El economista feliz lleva dando pronósticos optimistas desde que empezó el covid y ya dijo que después del confinamiento la economía subiría clara y felizmente en forma de V. La V quiere decir que después de despeñarse la economía, está subiría con la misma pendiente que bajó. Y esto lo decía en marzo, con todo el mundo cagado de miedo, la gente aplaudiendo en los balcones y un general aire de extraña responsabilidad cívica. Y según él la parte de subida de la V (clarísima, decía él) empezaría nada más terminar el confinamiento. Y ahora, con la economía perforando en suelo de la parte de la V que baja y accediendo a la siguiente línea de texto, el tío sigue con sus pronósticos felices para cuando llegue la vacuna, acabe esto o cuando coincida su pronóstico con la realidad, en este caso ya sine die. Y el hombre, que cobra por narrar el futuro económicamente primaveral que al final llegará con gobiernos que no sean de derechas, lo tiene más claro aún que antes. Suelta por su boca la consabida consigna keynesiana, que tampoco era eso pero siempre queda bien para justificar el derroche, de que haya más gasto público. Seguro que John Maynard Keynes se está revolviendo en su tumba cuando oye becerradas de este tipo en su nombre. A lo mejor Keynes se refería a que se aumentara el gasto público cuando se dispusiese del pecunio correspondiente, pero como para (este) gobierno el dinero es un bien intangible futuro que mana de sí mismo arroja a los keynesianos chusqueros a las radios de la tarde femiprogres para que mantengan la ilusión de que algún día llegaremos a la parte baja de la V, que puede ser al final del folio y ya sin aliento y carcomidos de tanto pronóstico terminemos la V temblorosos, habiendo llegado al final del folio y siguiendo por la mesa y siguiendo la letra más con forma de L. De L de Lerdo.

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