Un país, sin sur, ni norte

Con consenso en la gobernanza y la gestión pública hay que restituir las relaciones diplomáticas

La ignorancia no exime a ninguna persona con capacidad jurídica y de obrar, nacional o extranjera, del cumplimiento con exactitud de la ley de lugar de destino, a pesar de las lagunas significativas de algunas normas y la interpretación doctrinal que el orden jurisdiccional competente haya determinado para un hecho causante.

Desde el Ejecutivo del Estado debe cumplirse con rectitud la ley y restituir la normalidad alterada, con el refuerzo inmediato con más efectivos de nuestras FFCCSS y FFAA para la custodia y protección de nuestras fronteras constitucionales, que garanticen la seguridad en el territorio nacional. No solo medios humanos, sino medios técnicos y alimenticios, que les permitan realizar su actividad profesional con la mayor capacidad profesional y con la prevención de riesgos laborales. Por "culturilla" mediática, sabemos de la gran complejidad en las relaciones internacionales, pero es necesario para evitar "tormentas incontroladas de transeúntes" con la devolución inmediata a sus países de origen de las personas que acceden ilegalmente al país, y sí es necesario volver a afianzar con infraestructuras y equipamientos unas fronteras seguras, sí desde una parte no se garantiza esa seguridad y orden en el tránsito de vidas. Con consenso en la gobernanza y la gestión pública hay que restituir las relaciones diplomáticas del desGobierno de España con Marruecos, muy debilitadas desde hace meses por una anómala política, así como su fortalecimiento para una colaboración equilibrada y efectiva. Nuestra Patria tiene muchos intereses en Marruecos y nuestra balanza de pagos en relación con este país es más favorable, y toda decisión negligente afectará al empresariado español y a la empleabilidad. La actuación gubernamental tiene que estar enmarcada y en coherencia con la UE con mayor implicación a través de la AEGFC y el refuerzo de la cooperación internacional con países terceros para contener las oleadas migratorias. Este problema en un mundo globalizado y ante países con escasez democrática nunca tendrá una resolución adecuada sí se actúa de forma autónoma.

Todo cuánto sucede, lunes de Pentecostés, deja una huella de rasgadura del corazón y contrita el alma ante tanto dolor en el mundo, ante realidades tan ignominiosas y dramáticas del sufrimiento de millones de seres humanos por causas susceptibles de soluciones humanas como son la pobreza y el hambre. Paz y Bien.

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