Cada vez que vuelvo a Granada, es preceptivo llamar a los amigos para anunciarles mi visita a esa ciudad, que su sociedad me acogió durante casi cuarenta años. Un café es obligado y un rato de tertulia también en la plaza Mariana Pineda, que tantísimas veces disfruté, con un buen amigo Neurólogo y gran aficionado a la buena tauromaquia. El mundo del toro y sus gentes es el nexo de amistad que viene ya de muchos años y de haber compartido tertulias en televisión y radio, e incluso, ser miembros de un prestigioso trofeo taurino.

Salió en la conversación que otro buen amigo, por desgracia, tuvo que visitar su consulta y al que, después de diferentes pruebas le diagnosticó la enfermedad de Parkinson. Me lo decía con la pena que le ha embargado durante tantos años como especialista y más si es a un buen amigo. La experiencia y la espléndida praxis de su especialidad le lleva a hacerle la vida más llevadera a sus enfermos. Así, le recomendó también, un libro de un enfermo, con 20 años entregado a la enfermedad. Javier Viscarret, es el autor, este enfermo de Parkinson vuelca su nueva manera de encarar la vida en el libro "Ananda". Un enfermo que planta cara a la enfermedad apoyándose en sus pilares fundamentales: la familia, los amigos y la naturaleza. "Se puede actuar como una víctima del destino y dejarse arrastrar por él, o tomar las riendas de la situación y tratar de descubrir los mensajes y las enseñanzas que estas vivencias esconden".

Fue tal el énfasis de mi amigo neurólogo que lo he leído y, recomiendo al lector que lo lea despacio, a pequeños sorbos, como quien saborea un buen café negro, humeante y amargo, porque lo apreciará mejor. Sé que el libro servirá de ayuda a enfermos y sanos. Cuando un amigo te habla en esos términos es que te habla con el corazón en la mano. Viene al hilo la conversación en Granada, ya que el próximo domingo, día 11, se celebra el Día Internacional del Parkinson. La enfermedad que fue descrita por primera vez en 1817, por James Parkinson, un médico inglés que la llamó "parálisis agitante". Así definió dos de sus características: una gran rigidez y un temblor de reposo. Es primordial llevar un estilo de vida saludable, con una alimentación adecuada y algo de ejercicio físico, así se puede retrasar significativamente la edad de aparición de la enfermedad, pero aún queda mucho por hacer.