El paro del tercer trimestre

Todo apunta a que la bajada del paro se ralentiza. Quizás es lo normal, pero con ello confirma el problema grave

Es comúnmente aceptado que en Almería, al finalizar el tercer trimestre el desempleo está en su nivel más alto para descender, y mucho, en el último. Sin embargo, los datos de la encuesta de población activa en nuestra provincia son peores de lo esperado. Lo malo no está en una tasa del paro del 27,66%, la segunda mayor de España, pues descenderá de aquí a fin de año, aunque descartemos que caiga por debajo del 20%, que llegó a ser del 21,50% en el primer trimestre. Son los datos de número de parados y de ocupados lo que se aleja de las previsiones. La cifra de desempleados se sitúa en 96.400, la más alta en 19 meses y la de personas con empleo en 252.200, el dato más bajo desde finales de 2015.

La explicación a ese incremento del paro lo encontramos en la combinación de tres factores. Dos de ellos son buenos. Veámoslos. La población activa, los que quieren y pueden trabajar, crece 6.500 personas en un año. Lo hace por el aumento de las personas en edad laboral y, sobre todo, porque los desanimados del mercado laboral regresan a la búsqueda de empleo. Baja el total de inactivos. Este nombre agrupa personas en edad laboral que no están trabajando o buscan trabajo: estudiantes, pensionistas de incapacidad, amas de casas y los desanimados, los que no buscan trabajo al no confiar en encontrarlo. Hoy hay 3.000 inactivos menos que hace un año. Eso es bueno porque refleja una mayor confianza en encontrar trabajo por la mejoría de la situación económica. Siguen el camino inverso a la Gran Recesión. Entonces se fueron del mercado laboral lo que permitió que las cifras de paro no fueran, aún, peores. Ahora el descenso del desempleo, será lógicamente menor pues hay más personas en el mercado laboral. ¿Cuál es la parte mala? La caída de la ocupación. Del aumento del paro frente al mismo trimestre de 2016 en 18.900 personas, el descenso de ocupados explica 12.300 de esos desempleados. Hostelería y el turismo ya no crecen igual y, de hecho este año las pernoctaciones han bajado un 0,60% respecto al pasado. La Construcción se recupera aunque no al ritmo anterior y nuestro sector estrella, Agricultura y Manipulado- Envasado, se mantiene con niveles de empleo similares a años anteriores. En resumen, todo apunta a que la reducción del paro se ralentiza. Quizás es lo normal, pero con ello confirma el problema grave: el paro de larga duración.

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