La partera de la historia

No se puede aclamar a la violencia como partera de la Historia si luego vas y no renuncias a la epidural

De entrada: yo pago mis impuestos para que sea el Estado el único ente legitimado para hacer un uso proporcionado de la fuerza, de modo que cualquier víctima de esa fuerza tendrá derecho a ser resarcida por esos daños cuando los hubiera; y a la vez, nadie tiene derecho a atacar a los ciudadanos que cumplen con su profesión como agentes de ese orden. Lo de la violencia sobre el mobiliario urbano y las cosas, después del pasaje de Jesús con los mercaderes en el Templo… (no rechazo mis propias contradicciones).

Dar con un buen lema (por ejemplo, "la violencia es la partera de la Historia") es suficiente para augurar éxito en cualquier empresa. El número de fieles suficientes para ese éxito empresa está garantizado, tal y como ya os decía el miércoles pasado. Y es que somos muchas las personas que convivimos. El éxito de cualquier estupidez negacionista es justificación de esta afirmación. Desde este punto de partida, que se esté teorizando hoy más que nunca sobre la violencia como generadora de nuevas dinámicas rompedoras con el status quo establecido, es de lo más natural. Es algo más que una tentación combatir con fuego este Desorden Mundial que nos tiene entretenidos. Porque así es; a quien no le hierva la sangre ante el panorama que nos contextualiza, es porque está absorbido por alguna ideología. Pero, asimismo, mucho cuidado con ese hervor si no nos deja conciencia más allá de esa mera ideología.

¿Queréis explicar así que los pasos dados por el movimiento afroamericano en EEUU son ajenos a personas como Rosa Parks o Martin Luther King? ¿Acaso la independencia de la India no sabe de las aportaciones de Gandhi? ¿Acaso Mandela no tuvo que pasar por el diálogo para acabar con el Apartheid sudafricano? Cierto es que todos estos ejemplos están entrelazados con otros procesos violentos, conflictos armados que han sido precisos para que los objetivos finales se hagan realidad. Pero, ¿cuál es la tabla de reivindicaciones por la que se están moviendo los manifestantes de las Ramblas barcelonesas? Entiendo que lo de Hasél es pura coña.

¿Qué significaría ahora una victoria de la lucha de la calle? ¿Hay una realidad organizada detrás que sabrá dar respuesta a la otra realidad que ha de surgir después de su pretendida victoria? La vida no se improvisa; de hecho, Hasél necesita espacio para estudiar en su celda, y alumbrar la historia. Eso sí, él no renuncia a su epidural.

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