Comunicación (im)perinente

Francisco García Marcos

El paso

Cantar una saeta, una ofrenda floral o cocinar un potaje de bacalao aportan una porción muy suculenta de bonus

El Paso es la última producción de Viriato Games, la emprendedora firma española que despunta en el mercado internacional del vídeo-juego. Con versiones aptas para cualquier soporte y medio, El Paso permite realizar un recorrido procesional completo de manera más que satisfactoria y, por momentos, de gran emotividad. Los jugadores disponen de una gama amplia de opciones, tanto en lo concerniente a la selección de los pasos en los que intervienen, como a la hora de buscar itinerarios entre los que desplazarse. El modo inicial arranca con la Oración en el Huerto, a la que sigue el Prendimiento, y así hasta completar toda la Pasión en un auténtico calvario virtual. En cuanto a los escenarios, se ha reproducido con minucia buena parte del mapa urbano de Andalucía, Madrid, el Levante español y Castilla. En los niveles superiores, los expertos acometen recorridos de mayor dificultad a través del Albaicín granadino o las estrechas cuestas toledanas. Finalmente, la dificultad máxima innova con escenarios ficticios. Es, por supuesto, una propuesta arriesgada retos de gran envergadura. No obstante, hay de reconocerse que resulta muy satisfactorio conseguir un desfile procesional superando la débil gravedad lunar o hacerlo descender por el barcelonés Paseo de Gracia entre las protestas de los independentistas.

El Paso ofrece múltiples incentivos para aumentar la puntuación. Cantar una saeta, realizar una ofrenda floral o cocinar un potaje de bacalao aportan una porción muy suculenta de bonus para ser canjeados por avances en el juego. En cualquier caso, el auténtico botín extra se encuentra en las penitencias, sobre todo cuando media sangre en ellas (flagelaciones, pies descalzos).

Asimismo, cuenta con dos extensiones muy atractivas. El modo carrera permite seguir una trayectoria formativa, que se inicia como un costalero, prosigue con distintos oficios de penitente y finaliza como hermano mayor. El modo competición, por su parte, enfrenta la pericia de varios jugadores que han de sortear el mismo trayecto con sus correspondientes pasos en el menor tiempo y con la mayor precisión posibles. La ambientación sonora, por lo demás, es excelente. En cada partida suenan piezas clásicas como "El Cristo del Amor", "Una lágrima", "Amargura" o "La Fosa", entre otras, además del himno nacional a la conclusión de ella.

Con un precio más que razonable, accesible y de fácil instalación, en suma, El Paso constituye una excelente alternativa familiar para una Semana Santa de Pandemia.

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