Dios, Patria y Rey

Juan Francisco Rojas

Sin pedir perdón

Decía Ramiro de Maeztu que: "No hay en la historia universal obra comparable a la realizada por España, porque hemos incorporado a la civilización cristiana a todas las razas que estuvieron bajo nuestra influencia". Y tenía razón. Idioma, universidades, incluso el noble arte de no practicar sacrificios humanos son un pequeño esbozo de lo que aportó España a América, quizás los más conocidos. Pero hubo otros, no tan difundidos y, sin embargo, más importantes. Transmisión de cultura, evangelización y una verdadera integración de pueblos el el legado esencial de los españoles llegados al Nuevo Mundo. Algunos desconocen que los españoles llevaron a América la organización territorial, los derechos y deberes que ya se disfrutaban en la España de aquellos tiempos, una sociedad mucho más avanzada y justa de lo que la gente imagina. La conquista de América es la gesta más importante que jamás ha conocido el mundo. No sólo por su impacto social, sino porque significó el cambio de paradigma mundial. Hoy tratan de quitarle importancia y de reactivar la Leyenda Negra como si los españoles hubieran sido unos bárbaros despreciables. No lo eran. Eran gente preparada bajo la sabia dirección de sus Católicas Majestades. ¿Sabía usted, amigo lector, que en el Nuevo Mundo se constituyeron provincias como en España? ¿O que todos los reyes, desde Isabel I de Castilla, promulgaron una serie de leyes para proteger al indio y considerarlo como ciudadano español, con los mismos derechos? Dicen que se cometió un genocidio en América. Lo afirman quienes sí cometen un genocidio con la historia. Genocidio, es el hecho de masacrar gente con voluntad y ánimo de aniquilación. Es parte de la Leyenda Negra bien construida contra el Imperio Español por parte de sus enemigos: Inglaterra en gran medida, y Francia. Castilla, en la noble figura de Isabel, fomentó el mestizaje y la inclusión social y cultural. Algo impensable para otros países depredadores que explotaban al pueblo conquistado y convertían en esclavos a sus habitantes. El presidente de México o Joe Biden han hablado de abusos y vejaciones a indios. Sí, las hubo, como ocurre cuando un ciudadano de hoy se salta las leyes. Colonos que no obedecieron la legislación promulgada desde España. Isabel I de Castilla se empeñó, en convertir al cristianismo a los indígenas. ¿Por qué? Porque al conferirles el estatus de ciudadano español, su Católica Majestad no concebía que hubiera súbditos españoles sin bautizar. Hoy España es tan solo la sombra del gran imperio que fue y despreciamos la mayor aportación que nuestros ancestros realizaron al mundo. Rechazo la idea que se nos exige de pedir una disculpa por evangelizar, llevar la cultura y la civilización a todos los pueblos. No tengamos nunca temor a defender nuestra historia. No tengamos temor a defender nuestras conquistas ni a decir alto y claro el enorme orgullo que supone ser español. No, yo no pido perdón, ni tenemos que hacernos perdonar.

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