La mirada zurda
Sofocracia
No hay tertulia que no se recurra a la nueva tontería humana de la inteligencia artificial. Cansado ya de escuchar los prodigios de esa nueva tecnología me pregunto si la IA, que trabaja en puro presente, puede construir la metáfora de la Almería del futuro, arrancarle al destino el espesor de la vida y retar la complejidad del cerebro humano.
Me he levantado esta mañana con un ataque de hartazgo y me he propuesto desafiarla con el ChatGPT de mi PC a que me diga, ante la inseguridad de lo desconocido, cómo debe ser la ciudad de Almería según el retrato de la gestión municipal de los últimos años que esa IA guarda no sé dónde..
Quizás la respuesta que me de el ChatGPT alivie este estado de agitación que me tiene atrapado, como un mal sueño, que al no encontrar fuerzas de cambio n imaginación en sus condiciones actuales, esta ciudad avanza desbocada hacia un diseño farragoso.
No creas, estimado lector, que es frivolidad pedirle al nuevo titán cibernético que nos trace una ciudad con alma. Cosas igual de raras han hecho en Almendralejo con desnudos falsos de menores creados por esta tecnología. Los algoritmos de la IA permiten con datos provenientes de diversas fuentes como registro de viviendas, bases de datos sanitarias, usos de los servicios sociales, gestión de los sucesivos equipos de gobierno, planificación urbanística, cultura, servicios sociales y alguna nota de prensa de la oposición municipal y otros patrones la IA podría ofrecerme un perfil de la Almería de todos.
Además, con los datos guardados de la mansa gestión del alcalde anterior, con los que puede comer de la alcaldesa actual y los concejales, junto al modelo de ciudad que tiene el PP, más los datos del mundo de las redes sociales, diseños algorítmicos y vectores de conexión con los que funciona la IA podría detectar las necesidades urgentes de hoy y optimizar la distribución de los recursos y espacios vitales que descubran el alma de la ciudad.
En fin, yo quiero saber -a falta de una planificación municipal del presente- si con la huella que me construya la IA de la Almería del futuro podría entender la prosa visible de la Almería del presente. Que la entienda, de forma inteligible, quizás algo así como el video en 3D con el que nos alimenta la alcaldesa sobre el futuro Paseo de Almería. Porque la ciudad sin ciudadanos es imposible y porque, a su vez, nosotros somos el equilibrio que da sentido a la ciudad para que los políticos, cuando piensen la ciudad, nunca se les olvida el alma.
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