Termina el mes de junio en el panorama político nacional con un acuerdo histórico sobre las pensiones que tumba la cruel reforma que acometió en 2013 el PP de Mariano Rajoy. Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez ha suprimido dos de los aspectos más retrógrados y polémicos de entonces, como fueron el factor de sostenibilidad y el ridículo índice de revalorización -tan sólo al 0,25%- que tanto daño ha provocado al poder adquisitivo de nuestros pensionistas.

En un país en el que la derecha se afana a diario en contribuir a la polémica de la mano de la ultra derecha y de lo que queda de Ciudadanos, en lugar de arrimar el hombro y de trabajar por España, el Ejecutivo progresista impone cordura, certidumbre, estabilidad y, sobre todo, acuerdo y diálogo que ya han dado, como fruto, el primer acuerdo social sobre pensiones para la próxima década, que cuenta con el apoyo de sindicatos y empresarios.

La política es eso, desencallar problemas, acercar posturas que, en principio, pueden parecer irreconciliables y abrir vías de entendimiento con el objetivo de reforzar derechos y blindar el futuro de la gente. En este caso, con las pensiones. Se ha alcanzado un acuerdo de lo más ambicioso que incluye, por ejemplo, que los becarios coticen para el cálculo posterior de la pensión.

El diálogo se ha impuesto y se ha dado un paso más al robustecer los ingresos a la Seguridad Social con un compromiso firme de financiación vía Presupuestos Generales del Estado; algo que ha sido una demanda del PSOE en los últimos años para dar estabilidad y garantías a nuestro sistema de pensiones, que fue creado por los socialistas y ahora ha sido, también, reforzado por el PSOE. El acuerdo entierra una de las reformas más demoledoras del PP y devuelve la esperanza y confianza a los que serán nuevos pensionistas a quienes aporta seguridad. A los actuales pensionistas, les aporta calma en este nuevo rumbo hacia un bienestar que fue mermado durante años por los gobiernos del PP, siempre afanados en desmantelar el estado del bienestar con su radicalización y actitud de dar la espalda a los intereses de la población española.

El Gobierno de Pedro Sánchez apuesta, con este acuerdo con empresarios y sindicatos, por una de las políticas públicas con mayor capacidad de redistribución y reducción de desigualdades bajo la premisa del diálogo y el máximo consenso social.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios