Creo, a mi humilde entender, que los almerienses no somos plenamente conscientes de las maravillas que tenemos en nuestra provincia. Todavía recuerdo con asombro cuando mis profesores de Botánica Juan Mota y Paco Gómez nos llevaban de excursión al desierto de Tabernas a enseñarnos endemismos exclusivos, esas plantas que en el mundo sólo están ahí y en ningún sitio más. De hecho, la palabra "endemismo", es lo contrario de una "pandemia", cuyo significado estamos aprendiendo todavía de una forma dramática.
Si hiciéramos un esfuerzo por traducir directamente del latín el significado de esta planta vendría a ser algo así como "planta leñosa con frutos de oruga común dedicada al recolector botánico Eugène Bourgeau (1813-1877)". Ésta pertenece a la familia de las Crucíferas, la misma a la que pertenecen la mostaza que echamos a las hamburguesas. Lo más característico de esta familia es que tiene cuatro pétalos formando una cruz, y de ahí viene el nombre de la familia.
La rareza de esta planta consiste en que tiene pinchos en las hojas y eso no es muy común en esta familia. Además, lo más extraordinario es que pese a ser muy pequeña, ya que no crece mucho más de medio metro, es capaz de pasar el invierno sin hojas y sin flores. Si en invierno la viéramos en la ladera de un cerro, tan sólo distinguiríamos cuatro palos secos, ya que aparentemente está muerta pero tan sólo está esperando a las lluvias de otoño para empezar a activarse de nuevo. Los pétalos de sus flores son de un color crema y su fruto alargado acaba en un apéndice.
Otra rareza es que pertenece a un género exclusivo, es decir, no hay más integrantes del género Euzomodendron en el mundo. Para hacernos una idea, dentro del género Pinus (que es el género del pino) hay algo más de cien especies, pues de la que nos ocupa aquí tan sólo hay uno. Esto nos da una dimensión de su exclusividad, rareza y antigüedad que muy pocas plantas tienen.
Si tenemos mucha curiosidad por conocerla podemos acercarnos a la gasolinera del cruce de Tabernas y al entrar en los barrancos podemos verla en las laderas con mayor cobertura vegetal, que suelen ser las que miran al norte.
Esta joya botánica se sitúa principalmente en el desierto de Tabernas, único desierto en Europa que merecería su protección en la Red de Parques Nacionales, ya que ahí están contemplados todos los sistemas naturales españoles a excepción de los desiertos.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios