En tránsito
Eduardo Jordá
Te vigilamos
Veo las caras de los políticos almerienses repartiendo o recogiendo premios, y me pregunto hasta qué punto estarán satisfechos de su trabajo, de sus esfuerzos por las gentes de esta tierra. Deben dormir felices según se nos muestran en las fotos, y uno en el fondo se alegra, no crean, de que esto sea así, no sería bueno para el personal tener dirigentes enfadados, cabreados con ellos mismos y sus más cercanos colaboradores, por el trabajo que realizan. Y lo real, y lo cierto, es que no deberían dormir a pierna suelta, como parece lo hacen, que algún mal sueño debería tener durante las noches.
No les debe preocupar que Almería tenga un cuarenta (40) por ciento de pobreza infantil. Por la caras que nos demuestran en las fotos no les debe importar lo más mínimo. O son unos magníficos actores, con premios de los amigos de la Fical, o pasan olímpicamente de las necesidades de los infantes de nuestra provincia, en lo que a la pobreza se refiere. Es lamentable, pero no oigo hablar a los señores políticos de estos lamentables datos sobre la situación de la infancia que vive en nuestro entorno. Almería, la de todos, pero con la responsabilidad de ellos, son los que manejan nuestros dineros, está a la cabeza de España en lo que a pobreza de los más pequeños.
Somos los últimos en recibir inversiones para el agua, los últimos o penúltimos en la cuestión de trenes, pero los primeros en la pobreza infantil. Lo mismo algo tiene que ver el ser los primeros en la pobreza, con ser los últimos en algunos campos económicos tan necesarios para el desarrollo de nuestra provincia. Pero esto no parece importar a los políticos que nos gobiernan, ni a los ayuntamientos, tampoco a las diputaciones, que son las administraciones más cercanas, como tampoco a la lejana Sevilla y a la imponderable y casi sin trenes Madrid.
Es posible que las lejanas tengan la gran culpa de la situación de pobreza de nuestra infancia, pero deberían ser las cercanas las que lucharan, pusieran el grito en el cielo si falta hiciera en defensa de una situación que por lo menos les debería hacer sentir vergüenza. Pero no la sienten, no la tienen, no parece importarles el que Almería se ponga la medalla de ser la primera de Andalucía, la segunda de España en esa lacra que supone la pobreza. Ellos a la foto, al premio, a la medalla, al viaje, a la venta de sol y costa. ¿Y a los niños? ¿Quién se preocupa de ellos? Deben pensar los señores políticos que esos infantes tienen padre y madre, y que son ellos los que deberían preocuparse por la pobreza de sus retoños.
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