Era posible bajar impuestos

Al final de la legislatura, los andaluces se ahorrarán 235 millones de euros, 149,8 por los tipos y tramos del IRPF

Durante muchos años, desde las filas del PP Andaluz defendimos que otra Andalucía era posible. Que existía un modo mejor y más efectivo de hacer las cosas, superando así la gestión ineficaz e improductiva de los diferentes gobiernos del PSOE en la Junta de Andalucía. Pues bien, el nuevo gobierno que preside Juanma Moreno está demostrando, en apenas cinco meses, que era verdad lo que decíamos: que hay un modo mejor de hacer las cosas para que Andalucía funcione de verdad. Por eso, haber bajado los impuestos en tan poco tiempo no sólo retrata que el cambio es beneficioso para Andalucía, sino que sobre todo ofrece el verdadero retrato de lo que los diferentes gobiernos del PSOE han supuesto para Andalucía: desgana, soberbia y apatía. Se acabó, por tanto, ese infierno fiscal que ha llevado a Andalucía a la cola en los parámetros que miden la calidad de vida de las sociedades desarrolladas. Y la clave del cambio es bien sencilla: hay que gastar menos y gestionar mejor.

Pero en Andalucía se ha gestionado mal el dinero de todos los andaluces por dos motivos: la contrastada ineficacia de los socialistas para los asuntos económicos y la necesidad del PSOE de sufragar y sostener una administración paralela en donde poder colocar a familiares y amigos. Y eso por no mencionar los casos probados en los que el dinero de todos los andaluces ha servido para pagar las juergas y las correrías de algunos cargos vinculados al PSOE. Y era necesario acabar con semejante despropósito. Como digo, este histórico cambio en la fiscalidad andaluza afecta a impuestos clave en la financiación autonómica: IRPF, Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

De la trascendencia de esta medida da buena cuenta este dato: al final de la legislatura, los andaluces se ahorrarán 235 millones de euros en impuestos, de los cuales 149,8 millones corresponden sólo a la bajada de tipos y reducción de los tramos del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF). La mitad de este impuesto tiene regulación estatal y otra autonómica. Los 85 millones de euros restantes corresponden al Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Una muestra más de que el cambio está siendo muy positivo para Andalucía y que está sentando las bases de un nuevo tiempo más próspero, más justo y capaz de generar más posibilidades para más personas. Bajar los impuestos era posible, igual que otra Andalucía es posible.

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