Carta del Director/Luz de cobre

Las primarias del PSOE de Almería

Gane quien gane, el PSOE necesita coser las costuras y los jiornes que unas primarias dejan en dirigentes y militantes

El PSOE de Almería se enfrenta hoy a uno de los días claves en su larga historia. Tres candidatos, Sonia Ferrer, Indalecio Gutiérrez y Juan Antonio Lorenzo, se someten al veredicto de los militantes para liderar el partido en los próximos cuatro años.

La decisión no es baladí. Cualquiera de los tres, como no podía ser de otra manera, cuenta en su bagaje y mochila con la experiencia necesaria que les permitirá tratar de sacar del pozo a una fuerza política, que en los últimos años no ha pasado por sus mejores momentos.

Desde la dirección regional que encabeza Juan Espadas no se ha optado por ninguno de los candidatos, por lo que las opciones de los tres, en teoría, permanecen intactas. Las presiones han existido, no me cabe la menor duda, pero no con la asfixia que en otras ocasiones se han vivido. Al margen de afiliaciones de ida y vuelta, del juego sucio habitual en estos casos, los candidatos han podido respirar sin dificultad, más allá de los "pesos pesados" que han apoyado a cada uno de los contendientes en esta liza.

Al margen de quien gane, la tarea que tiene por delante el próximo secretario general es ingente. Una tarea que empezará por coser las costuras y los desgarros internos que desde hace décadas desangran al partido, a las que hay que sumar los jirones que unas primarias siempre provocan en una fuerza política. Pese a que todos dicen ser hombres y mujeres de partido y que gane quien gane, al final la victoria es de los militantes, lo cierto es que el roto y la desconfianza se instala y se hace complejo coserlas, sin que dejen señal y no se note. A nivel externo el reto es ingente. Con un Partido Popular instalado con comodidad en la Junta, en la Diputación y en los principales ayuntamientos de la provincia, la labor del secretario general que salga hoy de las urnas, se me antoja casi inabarcable. El camino a recorrer es tan amplio y plagado de recovecos y trampas que alcanzar la meta no ya del triunfo en unas elecciones, sino obtener un resultado digno, se me antoja una tarea de titanes.

De ahí que, una vez finalizado el escrutinio y proclamado el próximo secretario general, que se refrendará en el Congreso Provincial de diciembre, el mejor de los consejos posibles debe caminar por cerrar heridas, o al menos taponarlas, pasar página y encaminarse a la búsqueda de la unidad que tantos años lleva este partido persiguiendo y que casi nunca alcanza. Sólo con encontrar los candidatos adecuados para los 103 pueblos en las municipales de 2023 ya hay trabajo a destajo. Si lo que se pretende es continuar, además, con las cuitas internas, no tengan la menor duda que el fracaso está a la vuelta de la esquina. A no ser que al final todos, o la mayoría, se conformen con asentar sus posaderas en el Congreso, Parlamento, Diputación o ayuntamientos. Veremos.

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