República de las Letras

La problemática vuelta al cole

El sistema de burbujas que propone la Junta para los pequeños se puede mejorar y generalizarlo en Primaria

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, en una de esas circulares en las que ha ido improvisando la organización del comienzo de curso, ha establecido que los niños se vayan incorporando a los colegios del jueves, 10, al martes, 15, cuatro días lectivos, para "favorecer la adaptación del alumnado al desarrollo de hábitos de prevención y promoción de la salud". Hasta primero de Primaria se agruparán en "aulas burbuja", pero en los cursos siguientes éstas serán sólo "recomendables". En estos niveles, varios maestros se relacionarán, entonces, con cada aula y, a su vez, impartirán clases en otras. Por ello la Consejería propone que las asignaturas se agrupen por ámbitos de conocimiento en función de las habilitaciones de los docentes, a fin de reducir al mínimo el número de profesores que interactúen con cada grupo. Es decir, como se hacía antes, pero con esa sola modificación. Este sistema les ha parecido el menos malo de los posibles en un abanico que iría desde no comenzar las clases hasta que haya una vacuna segura y definitiva -según el consejero de Salud, llegará a Andalucía en diciembre, aunque nada dice de su distribución masiva a la población general-, hasta comenzarlas tal cual eran antes de la pandemia, añadiendo el cumplimiento de las normas anti covid.

Para los pequeños, el sistema sería efectivo sólo si las aulas se convirtieran en burbujas reales, con una ratio mucho más baja que la actual y un único maestro dentro. Sólo así podría haber alguna garantía sanitaria. Si en las clases tienen que entrar la de Inglés, el de Educación Física, la de Religión, el de Música, etc., no se garantiza la seguridad sanitaria de las burbujas… ni la de los maestros. La máxima seguridad del sistema sería que cada tutor o tutora se hiciera cargo de su grupo y les impartiera todas las materias. Y si las habilitaciones no dan, se eluden provisionalmente por decreto de la Junta y en paz. Esto podría generalizarse a toda la Primaria. Naturalmente, habría que eliminar ciertas asignaturas durante este curso -¿no va a haber una vacuna a partir de diciembre?-. Y para bajar la ratio se podrían reconvertir espacios en los centros y hacer uso de los ofrecidos por los ayuntamientos. Por tanto, contratación de personal docente y no docente, incluyendo aquí la enfermera escolar. ¿Y la pasta para todo eso? Se pueden recortar otras partidas. Es sólo un curso. ¿O no?

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