Puertas giratorias descaradas

17 de julio 2024 - 03:08

Cada vez que me siento en un bar a tomar un cerveza escucho a todo tipo de personas decir siempre lo mismo en cuanto se habla de política, que “que cara dura tan impresionante”. Gentes que son cada uno de su padre y de su madre. Hay una indignación generalizada por la política de nuestro país por el descaro que estamos viviendo y la pasividad del político de turno cuando le toca algún titular incómodo. Ya no es solo al concejal de pueblo, sino ya lo vemos con el propio presidente del Gobierno, y lo que está ocurriendo con su esposa. Yo creo que finalmente no ocurrirá nada a nivel legal, pero lo ético o político se queda por los suelos, pero eso da igual. Luego tenemos el reflejo de las puertas giratorias. Antes se disimulaba , pero ya es abiertamente conocido de dónde vienen y qué van hacer, por ejemplo Tezanos o Dolores Delgado. Esta última es impresionante. Una ministra que pasa a ser Fiscal general del Estado y luego a la fiscalía de Memoria Democrática con una relación sentimental, bastante conocida, con un juez que se dedica a estos temas. O si no, lo que está ocurriendo con el Tribunal Constitucional en donde está otro ministro como Juan Carlos Campo. Un hombre que fue alto cargo de la Junta de Andalucía cuando gobernaba el PSOE. Claro, cuando uno piensa sobre la decisión del Alto Tribunal sobre los ERE y te preguntas ¿por qué? la respuesta es fácil de aplicar. Es decir, antes no sabíamos mucho, a lo mejor que era amigo del partido, pero lo que estamos viviendo de poner cargos institucionales a dedo para controlar, parece ser, temas judiciales para perseguir al enemigo es de mafia napolitana. Además, luego se publica, se explica o se pregunta sobre ello y no pasa nada. La vida sigue, no nos sorprende ya ningún titular o ninguna imagen. Es decir, a veces uno reflexiona sobre por qué opina de política. Antes alguna línea u opinión de algún periodista podía sacar los colores al que le haya tocado y generar una opinión pública que a su vez daba respuesta a lo ocurrido. Eso sí, como buenos españoles todavía seguimos de resaca futbolera, toda una maravilla. Al menos tenemos futuro con nuestros deportistas, pero una pregunta: ¿saldremos a la calle como salimos por la ‘Roja’ para quejarnos de la situación que vivimos? Quién sabe.

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