El presidente andaluz presume de contar con superávit y muy alto, además. Cerca de 900 millones de euros que se jacta de no haber gastado obviando los devastadores efectos que, sobre la economía y la salud ha traído consigo la pandemia que ha provocado el coronavirus. ¿Cómo se puede vanagloriar Moreno Bonilla de tener dinero de más cuando a quienes ha obligado a cerrar le están pidiendo ayudas directas para poder sobrevivir? Y lo hace, además, mientras que desde todos los sectores públicos le solicitan refuerzos de personal y medios. A finales de 2019, sin pandemia, el superávit andaluz fue de casi 600 millones de euros. Si sobra dinero es porque no se lo han gastado y, ahora, tocaba hacerlo en lo importante. Además, el Gobierno de las derechas andaluz cuenta con 2.199 millones de euros procedentes del Estado para hacer frente a esta pandemia, un dinero por el que todo el mundo pregunte y sobre el que Moreno Bonilla aún no ha dado respuesta.

Y no es en vano. El mes de enero ha sido el más negro en lo que llevamos de pandemia por las cifras diarias de contagios y de fallecidos; realidades que nos alejaban cada día de poder vislumbrar esperanza a corto plazo y ver algo de luz al final del túnel. En medio de este tsunami de noticias y de sentimientos buscábamos los efectos de esa 'anticipación' de la que siempre ha alardeado el presidente andaluz en todas sus comparecencias, en su turné turístico de fotos y de paripé por toda la geografía regional. Al contrario, obteníamos como respuestas el absurdo. Es el caso, por ejemplo, de las vacunas. Piden más vacunas al Gobierno central cuando saben que la Unión Europea ha centralizado las compras y que aún tienen disponibles 48.000 sin suministrar a la población. Es más, presumen de tener buen ritmo de vacunación cuando, según el ranquin nacional, somos, parafraseando al consejero Aguirre, el 'culillo' en las estadísticas. Resulta ya del todo insoportable que el Gobierno andaluz presuma de planes de vacunación cuando desperdician las que tienen y mientras acaparan miles de ellas en sus neveras aún a sabiendas de la garantía de suministro para los próximos meses. Para colmo, Moreno Bonilla es capaz de afirmar sin despeinarse que los enfermeros "están de brazos cruzados por falta de vacunas" cuando resulta inmoral que haya salido a la luz la existencia de vacunaciones presuntamente irregulares.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios