Durante el pasado Mundial de Fútbol, Jordi Évole excretó este tuit: "Sueño con una final Argentina-Marruecos, la peor pesadilla para un racista español". Supongo que el famoso comunicador incluía también a sus paisanos, que aún son españoles aunque algunos abominen de ello, porque en Cataluña, además, muchos supremacistas, al racismo hacia los inmigrantes de otros países unen la xenofobia hacia el resto de los españoles que tuvieron que emigrar allí para buscarse la vida. No hace falta recordar lo que opinaba hace ya mucho Jordi Pujol del hombre andaluz, "un hombre poco hecho (…) un hombre destruido (…) que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual". Inenarrables las barbaridades como éstas que soltó en un libro. Temía que si allí aumentaba el número de andaluces y llegaban a dominar Cataluña, "la destruirían". Cuando llegó a president calificó de "error garrafal" todo aquello, pero hace poco ha vuelto a la carga y ha dicho que "los catalanes están amenazados de acabar minorizados" dentro de Cataluña, debido a la baja natalidad y "a tanta y tanta inmigración", y que hay que tomar medidas. ¿Tendrá también Madrid la culpa de esto? Hace ya tiempo que los primeros bebés catalanes del año son de origen árabe o sudamericano. En otras regiones pasa igual, pero sólo en Cataluña las redes se llenan de racistas furibundos que niegan la catalanidad a estas criaturas. En este 2023 el primer bebé que nació allí fue Zakaría, de padres Maryem y Mohamed; después vino Yusaf, hijo de Khadija y Ahmed, y el tercer retoño nació de una pareja boliviana. Muchos separatistas estallaron. ¡Es que encima no los inscriben como Carles o Guillem, collons!

Si en vez de darnos la tabarra secesionista, estos xenófobos se pusieran como locos a engendrar indepes, en un futuro podrían separarse de España con una mayoría suficiente. Pero a este paso acabarán pidiendo un referéndum en el que valga una participación del 30 por ciento con un 50,01 de síes. Si no siete, como Pujol, al menos que tengan tres o cuatro hijos. ¡Venga, a la faena! Menos Rachids y más Orioles. Menos Amiras y más Laias. ¡Que os van a 'minorizar'! Y si en el momento cumbre de la fabricación, tanto él como ella gritan '¡Puta España!', igual el crío ya nace predispuesto.