Utopías posibles

Luis Ibáñez luque

Las rendijas del sistema

Ser como un oxígeno invisible y beneficioso que se va colando por todos los rincones, inundando todo de aire fresco

Que al discurso de Greta Thunberg le faltan muchos matices, es algo muy obvio. Que es posible que al final el sistema busque la manera de incorporar sus exigencias, sin cambiar nada, también. Que el tema del cambio climático se tiene que abordar cuestionando las estructuras capitalistas… por supuesto.

En otro orden de cosas, las competencias clave (los saberes que la escuela debe garantizar) proceden del ámbito político y empresarial. Fueron impuestas por la UE y la OCDE, con intereses muy mercantilistas. Tienen una orientación claramente eficientista, y el hecho de que hayan derivado en estándares de aprendizaje que se pueden medir, es una auténtica aberración.

También podríamos hablar de las escuelas donde se ha cambiado la metodología del profesorado, pero están cerradas a cal y canto a la comunidad. O de aquellas otras donde se abre a la comunidad, pero no se cuestionan el libro de texto, la metodología o los contenidos.

No están las cosas para ponernos exquisitos. El hecho de que a Greta Thunberg la termine absorbiendo el sistema (cosa que está por ver), no quita validez a su discurso. Aunque las competencias clave tengan muchos aspectos cuestionables, también existe una competencia social y ciudadana, una competencia artística, y otra de autonomía e iniciativa personal, con valores muy aprovechables desde el punto de vista educativo. Autocuestionarse la forma de dar clase, exige un gran compromiso y valentía por parte del profesorado, igual que abrir a la colaboración con la comunidad, de distintas maneras, dentro y fuera del aula.

Hay que aprovechar las rendijas del sistema. Ser como un oxígeno invisible y beneficioso que se va colando por todos los rincones, inundando todo de aire fresco. No nos queda otra. Como dice mi amigo Jose Murillo, tenemos que ser "caballos de Troya", en las escuelas. Tirar del hilo del discurso ecológico, de la competencia social y ciudadana, del trabajo por proyectos, el aprendizaje-servicio o las comunidades de aprendizaje (por citar solo algunos ejemplos), nos permitirá ir introduciendo todo aquello en lo que creemos, nos dará pie a ir construyendo esa sociedad más justa, democrática e igualitaria que queremos. Bastante ha manipulado ya el neoliberalismo, destrozando conceptos como "calidad educativa" o "inclusión". Hagamos lo mismo pero para bien, quienes estamos dentro. La pureza ideológica, se la dejamos a los fascistas.

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