días rojos

Manuel Cuesta

La revolución de octubre

AZNAR ha dicho en una de sus últimas entrevistas que el movimiento de los Indignados es extrema izquierda marginal antisistema, y se ha quedado tan ancho. Está claro que no tiene ningún contacto con la realidad. Ni siquiera baja a la calle. No se ha molestado en escuchar el clamor popular exigiendo un cambio de mentalidad política que se preocupe menos por los bancos y más por las necesidades esenciales del ciudadano. Como tampoco escuchó a la gente que salió a manifestar su rotundo No a la guerra. Aznar vive en su burbujita, circunspecto, abstraído, incapaz de reconocer que existe un movimiento social compuesto por personas, abuelos, madres, hijos, que luchan por su futuro. Aunque se empeñen en tratar este movimiento como a la gaviota de Chejov, la Revolución de Octubre ha unido a los cinco continentes.

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