Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

Cuando la rosa se marchite

¿Qué es una sociedad libre sino aquella en la que tofods los poderes actúan de contrapesos para evitar la tiranía?

Leer hoy, y en España, Cuando la rosa se marchite, el excepcional análisis del triunfo socialista de 1981 en Francia que publicó Alain Peyreffite -autor también de otro libro premonitorio como es Cuando China despierte-, supone vivir una suerte de déjà vu. Es evidente el paralelismo entre ambos momentos. Francia, cansada del gaullismo, apostó por un cambió de dirección que la izquierda, agrupada en torno a Mitterrand, tomó como un cheque en blanco para imponer un cambio de sociedad y de sistema político, aplicando su programa máximo. España, desengañada del bipartidismo, se ha encontrado con un gobierno, sostenido, dada su limitada mayoría parlamentaria, por una miríada de formaciones radicales, cuyo objetivo parece ser derruir el sistema constitucional del 78, sin proceder a su ordenada reforma.

Y no ya porque el señor Sánchez haya pisoteado su propia palabra -más devaluada que un marco alemán de entreguerras- pactando con quien nunca iba a pactar, algo que puede ser hasta necesario en democracia, sino porque ha hecho de la ruptura del consenso constitucional el leitmotiv de una izquierda radical que pretende instaurar, en sustitución de nuestra democracia liberal otra, digamos, semipopular. Legislar a gusto del amigo delincuente condenado, aplicar medidas de gracia a los socios de gobierno, acabar con la malversación, acomodándola a los intereses de quien le sustenta en el poder o jugar con la independencia judicial eliminando las mayorías reforzadas para que el Ejecutivo tenga más fácil su control, no parecen medidas destinadas a defender el modelo constitucional vigente. Ni a avanzar en democracia. Aunque en su enrevesado lenguaje defiendan cínicamente lo contrario.

Porque, ¿qué es una sociedad libre sino aquella en la que, todos los poderes, de derecho y hasta de hecho, actúan como contrapesos para evitar la tiranía? Frente al Ejecutivo, Legislativo y Judicial, constitucionalmente compensados, debe actuar la sociedad civil; ese tradicional cuarto poder que ha sido la prensa, hoy convertida, muchas veces, en vocera de posiciones políticas; los sindicatos, las asociaciones empresariales y profesionales y tantas otras. Si el poder y los contrapoderes están en un solo lado, la democracia se erosiona y no vale argumentar que se sustenta en una mayoría coyuntural pues, recordando a Jefferson, "es vieja práctica de los tiranos usar una parte del pueblo para tener sometido al resto".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios