A dos metros

Ricardo Alba

Y sin salpicar, por favor

Hagas lo que hagas o digas lo que digas, aquí, en España (fachahijodepu**), siempre sales escaldado

Asalir de la pandemia como dicen que saldremos le pongo el paréntesis de lo incierto, porque nos vamos conociendo. Que resurgiremos con más piscinas de plástico que nunca, será innegable. Que los vecinos de arriba se zambullan todos a la vez en una de estas albercas hinchables es insufrible, me salpican de agua un día sí y al siguiente también. Que no me embadurnaré de negro porque rechazo el racismo y la discriminación en todas sus formas, lo doy por hecho. Que la cosa esta de la tarjeta SIM es un tormento, no me cabe duda. Que lo de los okupas es otra epidemia, lo es. Que parte de mis impuestos se derrocha en los sueldos de cientos de miles de inútiles colocados a dedo, me deprime. Que al recibo de la presente te estampan de facha o de revolucionario, porque alguna de las dos cosas tienes que ser, si se te ocurre la licencia de poner ante el espejo a unos u otros. Hagas lo que hagas o digas lo que digas, aquí, en España (fachahijodepu**), siempre sales escaldado. En este País (progresistadeloscoj****), no hay medias tintas, o rojo o azul.

Verá usted, con su permiso le confieso: hoy estoy especialmente disgustado. Tal vez se note. La cosa es que habiendo leído en los papeles la finalización de las obras de desdoblamiento de la carretera 'Las Buganvillas-Vera', un servidor y amigos quisimos estrenarla, en total reunimos una caravana de cinco coches. Enfilamos dirección Vera con el aleluya de quienes, tras once años de obras insoportables, que se dice pronto, emprendíamos el placentero camino sobre dos carriles recién asfaltados. Albergábamos la misma emoción de aquellos que atravesaron el Mar Rojo en los tiempos de Moisés. El Éxodo duró más o menos lo que estas obras.

Pues va a ser que no, vamos, de hecho, lo fue. Una ristra de conos blanquirrojos obligaba a circular por una sola calzada en ambos sentidos. Un desencanto absoluto. Ni le cuento: los cuatro carriles relucientes, el puente, el paso elevado, el enlace hacia la playa, señalizaciones, todo nuevecito y sin poder utilizar. Al decir de un trabajador en tanto barría la cuneta, la carretera no se abriría en su totalidad a la circulación hasta la apertura oficial. Y tendrán la osadía de inaugurar ceremonialmente una obra cuyo inicio se remonta a 2009, once años de paralizaciones sin cuento, contratas a la baja, tramitaciones administrativas… Todo sea por la foto y el discurso.

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