El callejón del gato

La sentencia de juana rivas

La sentencia es recurrible al Tribunal Supremos y creo que somos muchos los que le desearíamos lo mejor

Se veía venir. Me refiero a la sentencia que ha condenado a Juana Rivas a cinco años de prisión y a perder la patria potestad sobre sus hijos durante seis años. Una condena que ha recaído sólo y exclusivamente en la verdadera Juana Rivas, no en todas aquellas voces que decían ser Juana Rivas sin serlo. Como en cualquier litigio en este caso había dos partes enfrentadas y es comprensible que cada parte tratara de defender su derecho de la mejor manera posible. También es comprensible la existencia de partidarios de cualquiera de las partes y está demostrado, según las manifestaciones que abarrotaron las redes anunciando que tenían a Juana en su casa (de boquilla, claro), que la balanza de afectos favorecía sin ninguna duda a la causa de Juana Rivas. Lo malo del asunto fue que entre tantos defensores no hubiera ningún experto que se percatara que con aquellas muestras de solidaridad equivocada lo único que estaban consiguiendo era que Juana persistiera en su error de no obedecer las órdenes del juez que le reclamaba la entrega de los niños. Comparto la opinión de que la sentencia contiene párrafos que no vienen a cuento y que pueda ser criticable su contenido en algunos aspectos, pero es evidente que diferentes tribunales le dieron sucesivos plazos a Juana para que cumpliera con la obligación de entregar a sus hijos y los retuvo más de un mes alentada, seguramente, por todas aquellas Juanas que acogiéndolos en su casa, se mostraban copartícipes virtuales de su proceder supuestamente delictivo, sin correr el menor riesgo. La sentencia es recurrible al Tribunal Supremos y creo que somos muchos los que desearíamos lo mejor para Juana Rivas dentro de lo que jurídicamente sea posible, pero la retención de los menores es un hecho evidente y, por añadidura, propagado a los cuatro vientos por sus seguidores. Por esa razón creo que será difícil que el Tribunal Supremo se pronuncie con una sentencia absolutoria. En el supuesto caso de que la verdadera Juana Rivas fuera condenada con una sentencia firme, yo que nunca la tuve en mi casa, ahora estoy dispuesto a firmar donde corresponda para solicitar el indulto de esta incauta mujer a la que considero víctima de un colectivo de voces desaprensivas exhibiendo una humanidad solidaria que ha resultado nociva. No me parece justo que habiendo habido tantas Juanas Rivas, sea sólo una la pague condena por todas, mientras que las demás se vayan de rositas y… hasta la próxima.

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