El siglo de las luces

"Se han apagado algunas luces del siglo XVIII, que la política sufre un acoso de guerra civil"

Quiero empezar citando esta frase, que dice: "A diferencia de la fuerza, que es el atributo y propiedad de cada hombre en su aislamiento frente a todos los demás hombres, el entendimiento aparece allí donde los hombres se reúnen con el propósito de realizar algo en común". Esto lo dijo H. Argent en su Teoría sobre la Revolución. Pues bien, transcurridos los acontecimientos que nos ha ofrecido el Parlamento y que han formado parte del debate de investidura del presidente en funciones Pedro Sánchez; debemos decir que después de oír frases de todo tipo, algunas muy llamativas, sobre todo cuando las expresan parlamentarios que gesticulan desprecio, tomemos como ejemplo: "Me importa un pito la gobernabilidad de España", y es que pronunciar la palabra España, para algunos parece ser síntoma de apestoso, pero es más grave aún si este persona representa a un pueblo. Las intervenciones parlamentarias, en contra de nuestras ideas, deben de sembrar cordialidad dentro del juego democrático y nunca el enfrentamiento radical; en los últimos años no solo se está produciendo una ruptura de convivencia, sino también el choque de las distintas generaciones en las que impera una praxis contraria al argumento, sin ningún tipo de raciocinio. El siglo XVIII, fue el siglo que destaco por la posibilidad de ilustrar, de realizar un proceso cognitivo de comunicación pública, de autorreflexión, un siglo donde se dijo que el hombre había alcanzado la mayoría de edad, un siglo que se apodo Siglo de las Luces porque siempre dejo abierto el camino a una mayor y mejor formación, la posibilidad de ilustrar, ¿Qué ha pasado? No se tiene ese sentimiento a la hora de emitir ideas, tenemos que entender que de estas no importa solo el fondo, sino también la forma. Asi es que, si miramos nuestro entorno político intectual, para ver si se cumplen valores, condiciones ejemplares, fácilmente podemos concluir otra vez, y decir que: La Ilustración como concepto histórico ha llegado a su fin, pero lamentablemente queda por realizar su programa, recordemos a Kant: "Vivimos en una época de Ilustración, pero no en una época Ilustrada"; tengo que reconocer que se han apagado algunas luces que iluminaban el siglo XVIII, que la política sufre un acoso de guerra civil, unos ataques rufianescos que tienen por respuesta la callada y el amago de otros, "NO, NO HAY VALIENTES ni DIALOGANTES". Creo que la crítica se hace desde la disidencia, cosa que no es ruptura radical, aprendamos que solo de lo criticado surgen alternativas.

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