A Vuelapluma
Ignacio Flores
Por sus frutos los conoceréis
Tomando un triste café con leche a la hora de comer en el bar que antaño tenía una estantería llena de libros esperando a que una copistería de planos que no cierra nunca escanee unos planos vetustos seguramente realizados en su día con tinta china en papel vegetal con la clásica hoja de afeitar raspadora de errores intentando leer uno de los libros que ahora de adorno pueblan las estanterías y que ahora están de adorno me dijo una vez una camarera pero la febril necesidad de cumplir me obliga y la biografía de Von Braun tiene que esperar ocios mejores mientras un grupo de señoras o señoritas y/o comen amigablemente en este local de inusitado diseño para la minúscula jet set de la Almería insulsa una chica dice que hace pocos días se ha quedado soltera y que es mejor cada una por su cuenta ignorando que como dibujante de palabras que esboza el momento retrato fielmente el grupo y el instante pero yo que tendría más bien que retratar los comedores de patatas mugrientos hago apuntes del natural de ambientes in con gente out que ya han convenido que los libros son el mejor adorno de ínfulas de cafetines recubiertos de destrozos de piedras e hierros que fumigan lo poco cafetinesco que queda de la nada reinante poco café con leche y mucho restaurante gastrobar con botellas de agua mediocres baja cocina de ciudad pequeña hay que ir a las grandes urbes para decir que se ha estado en sitios de categoría me quedan una pila de caracteres en esta aplicación de móvil y a lo mejor se me borra toda todas hablan de viajes carreras países jerseys camisetas verdes móviles con fundas rojas botellas que soportan la barra aire inhóspito que me está diciendo termina tu solitario café con leche y vete del mundo al que no perteneces como dijo John Lennon puede que estés pero nunca serás pendiente del mundo indiscreto que mira con los oídos y oye con los ojos bestiario de sílfides sentadas que se levantan me acaban de llamar de la copisteria y el pobre libro de Von Braun ni siquiera ha sido ojeado y yace triste en la mesa unos caracteres más y ya me iré a mi calor y mi no vida en el camino estrecho que es curiosamente el que lleva a la vida ea decir la literatura y no el camino ancho de placeres y ocios que lleva a ignorar todos los libros de adorno que levitan en gruesas repisas inabiertos lúgubres monótonos inutiles antipáticos torcidos execrables Nueva York Texas Italia Almería.
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