Libertad Quijotesca

Tenemos suficiente

Nos enfrentamos a dos pandemias: coronavirus y mentiras. Necesitamos la verdad para curarnos

En la fascinante ciudad de Alejandría nació en 1917 Eric Hobsbawm, uno de los historiadores más importantes del siglo XX. Nos dejó en 2012, reflejando en su trabajo la intensa preocupación que le angustiaba por cómo se manipulaba la historia en nuestro presente: "Hoy la historia es más que nunca revisada, o incluso inventada por personas que no desean conocer el verdadero pasado, sino solamente un pasado que esté de acuerdo con sus intereses". Singularmente desde 2004 se trata de someter a España a este fenómeno nefasto e interesado, agravado por la siniestra separación, fractura, impuesta entre educación y cultura. Los hechos nos muestran a los políticos profesionales suplantando a los historiadores, filósofos y científicos en particular, y a los humanistas en general. Destructivas y falaces las acciones del príncipe de Delcy Rodríguez, tiránica vicepresidenta de Venezuela, que un día tuvo la responsabilidad de la Presidencia del Gobierno de nuestro país. El dúo de narcisos que nos desgobiernan porque se dedican al poder no a gobernar una nación democrática, están entregados al delirio y despiece adoctrinario de la misma, falsificando nuestra historia y cultura. Los hechos en cualquier tiempo y lugar serán lo que a ellos les rente. Es el combustible que impulsa la consecución de su pasión por el dominio. Objetivo: someternos a vasallaje perpetuo. ¿Es el pedestal lo suficientemente ancho para sus tamaños? Entonces llegó la epidemia global. La verdad documentada de lo que está sucediendo en España nos lleva a la fecha en la que la OMS emitió alerta de emergencia internacional por el coronavirus, 30 de enero de 2020. Los días 3 y 11 de febrero la OMS advirtió a todos los gobiernos, de la necesidad de abastecerse del material de protección necesario. El arconte responsable de Sanidad en España respondió: Tenemos suficiente. Dos meses después Tánatos es protagonista de nuestro día a día, no tiene piedad con nosotros, parece no tener bastantes lágrimas, ni almas, ni familias heridas de dolor. El Areópago se afana en esconder los muertos, que no se vean imágenes precisamente en esta Era Digital. Escribió Hobsbawm: "Esta es la época de la gran mitología histórica, con enorme frecuencia se encuentran lecturas interesadas del pasado, para argumentar decisiones del presente". Nuestro ahora se cubre con ruin manto de mentiras. La verdad es curación.

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