Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Cuidar plantas
El balcón
No escarmienta Susana Díaz. Después de haber jugado al rival más débil en la elección de secretario general del PSOE en 2014, y haber cometido el mayor error de su carrera, se ha apuntado al concurso de Telecinco de ese formato. Eso sí, el miércoles ganó a otros siete rivales, todos ellos políticos de segunda fila, viejas glorias o juguetes rotos. Díaz debutó en el juego del rival más débil hace 10 años. Rubalcaba había sido elegido secretario general en Sevilla en 2012; ganó a Carme Chacón, que contó con el apoyo decidido del aparato del PSOE andaluz del que Susana era secretaria de Organización.
Cuando dos años después, tras perder unas elecciones europeas, Rubalcaba dimitió, Díaz ya era presidenta de la Junta y la estrella ascendente socialista. Todo el mundo la miraba como sucesora, pero Eduardo Madina pidió primarias para presentarse. Se convocaron y Susana cometió tres errores de cálculo: No presentarse ella misma. Patrocinar a cualquiera que cerrase el paso a Madina. Y apostar por quien creía que era el rival más débil, para después sustituirlo.
Así fue como un desconocido Pedro Sánchez consiguió la ayuda incondicional del poderoso PSOE-A. Arrasó en Andalucía y se llevó la victoria. Se ha dicho que hubo un pacto por el que él sería secretario general y ella candidata en las elecciones generales de 2015. Pero en cuanto Pedro se vio en Ferraz, anunció que convocaría primarias para la candidatura presidencial y se presentaría. El rival más débil resultó un hueso. Ahí empezó el desencuentro. Susana defenestró a Pedro como secretario en 2016 y él consiguió echarla de la jefatura del PSOE andaluz en 2021.
Desde que abandonó el liderazgo regional del partido, la proyección pública de Díaz ha sido en el show business televisivo. El miércoles, en su segundo juego del rival más débil se mostró risueña y de buen humor. Bromeó con que tendría una segunda cita con Toni Cantó y donó lo ganado a una causa benéfica.
La cuestión de fondo es si un ex presidente de la Junta debe hacer esto. Mientras Susana Díaz, con 49 años y dos décadas de vida profesional por delante, habla del señor patata en la tele, Manuel Chaves, con 79, ha cursado un máster universitario sobre paz, seguridad y defensa. Haría bien la senadora y ex presidenta Díaz en formarse y participar en foros nacionales e internacionales hablando de temas estratégicos, inmigración, vivienda u otros asuntos sobre los que tiene experiencia y seguramente ideas. Hacer gracias en las teles no parece provechoso para su imagen ni para la de Andalucía. No la hace más fuerte.
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