La tercera España

La Tercera España es un proyecto de paz y de unión, en lugar de un proyecto separatista y binario como los actuales

Suelo dejarme provocar por los debates que son interesantes. El otro día viví uno que me condujo al término Tercera España, una expresión que merodea por mi mente desde hace tiempo y que es justo traerla a la opinión pública de vez en cuando ya que es necesaria. Para los que no lo saben La Tercera España fue un grupo de intelectuales que se opusieron al totalitarismo de la Guerra Civil y con esto digo que se opusieron a los de un bando y a los del otro. Muchos de ellos acogieron con énfasis la Segunda República pero rápidamente se desencantaron cuando detectaron comportamientos idénticos a los del otro lado. Este rechazo a la imposición y el anhelo de paz, fue mal visto por la izquierda y la derecha que encontraron en estos a personas inclasificables pero perseguibles. ¿De quienes hablamos? Diré algunos nombres: Julián Marías, Chaves Nogales, Ortega y Gasset, Unamuno, Clara Campoamor, etc. La Tercera España todavía perdura, o debe perdurar, porque es un proyecto de paz, de unidad, en lugar de un proyecto separatista y binario como los que tenemos aún hoy dia, y que siguen un largo proceso histórico iniciado por el territorialismo de los Reyes Católicos. En cierta forma es una iniciativa metapolítica porque no atiende a partidos sino a convicciones. Recordemos que la política por definición es una reflexión sobre la gestión pública y no un posicionamiento partidista. En una democracia -a mi modo de ver- es la postura más plural y unionista. No obstante es difícil de entender por quienes ya tienen un dogma político y se instauran en el mito. Esta forma de heterodoxia, que es la Tercera España, supone partir del logos y terminar en él. La razón no puede tener tintes de izquierda ni de derecha sino de reflexión. La democracia es un concepto más importante que el sistema de partidos asentado en él y que no tiene un funcionamiento democrático ya sea por las listas cerradas o por la misma ley electoral. La democracia es aún un territorio a conquistar en el que no se ha elegido aún el instrumento adecuado. Yo apuesto por La Tercera España porque no aspira al enfrentamiento sino a la paz y porque cree en el dialogo analítico por encima de la confrontación partidista. Estoy seguro de que todavía hay quienes se sienten así: incatalogables, inclasificables, pluralistas, y moderados. Yo me confieso de La Tercera España, sin duda. Lo admito.

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