Quizás porque el tiempo corre

Quizás no sea éste el tipo de escrito que se espera el lector en este lugar; quizás porque noto el rápido paso del tiempo; quizás porque durante muchos años he tratado con jóvenes; quizás porque me encanta observar, que es lo que me toca ahora, me apetece traer a este escrito unos versos de la canción For Ever Young, del admirado y certero Bob Dylan. “Que Dios te bendiga y te proteja siempre / que tus deseos se hagan todos realidad / que hagas siempre por otros / y otros hagan por ti / que permanezcas por siempre joven, / …/ que siempre conozcas la verdad / y veas las luz que te rodea. / Que seas siempre valiente / seas firme y fuerte, / que permanezcas por siempre joven,/.../ Que tus manos siempre estén ocupadas / y que tengas una fuerte base / para cuando el viento cambie de golpe / que tu corazón siempre esté alegre / que permanezcas por siempre joven, /...” También se da la circunstancia de que creo más en la persona que en la colectividad, aunque en muchas ocasiones sea ésta “la que se lleva el gato al agua”.