No todas las noticias serán malas

Por eso hoy he querido dedicar este espacio a hablar de dos noticias brillantes, deslumbrantes, de esas que lo iluminan todo

E STOY convencida de que, hasta para el más optimista de entre los más optimistas, hace demasiado tiempo ya que el ejercicio de intentar no trasladar a sus palabras y escritos los oscuros colores que vienen tiñendo los cielos de tantos y tantos lugares de este planeta desde inicios del año 2020 y ser parte de la resistencia activa al desánimo se presenta cada vez más difícil. Pero ocurre que cuanto más difícil se hace, más necesario resulta pues, todo apunta, sobre todo si nos paramos a pensar que, Zelenski mediante, hasta las históricas arengas militares de Churchill han vuelto a los Parlamentos, a que esa oscuridad no quiere estar paso y será nuestra aptitud frente a lo que venga y nuestro compromiso con nosotros mismos, con nuestra familia, con nuestros compatriotas y con nuestro país lo que marcará, en buena parte, el nivel hasta el que descienda la penumbra. Y es que, como también dejo dicho sir Winston Churchill, en un discurso distinto al que hace unas semanas emuló el presidente de Ucrania ante el Parlamento del Reino Unido: “somos los dueños de nuestro destino” y “no todas las noticias serán malas”. Por eso hoy he querido dedicar este espacio a hablar de dos noticias brillantes, deslumbrantes, de esas que lo iluminan todo y que son el resultado del esfuerzo, de la ilusión y del compromiso cumplido: La primera es la que nos cuenta que, dos décadas después de que el “Proyecto Genoma Humano” produjera el primer borrador de la secuencia del genoma humano, científicos integrados en el consorcio Telomere to Telomere (T2T) han publicado la primera secuencia completa y sin brechas de un genoma humano y esto, según explican los propios investigadores “representa un logro científico increíble, proporcionando la primera visión integral de nuestro plan de ADN.

Esta información fundamental fortalecerá los muchos esfuerzos en curso para comprender todos los matices funcionales del genoma humano, lo que a su vez potenciará los estudios genéticos de las enfermedades humanas”. (Web del Instituto Americano de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), noticia de 31-3-2022). Y la segunda viene de la mano de una científica española, Elena García Armada, y es el movimiento de Jorge, un niño de doce años con una enfermedad neurológica que le impide caminar, gracias a un exoesqueleto, diseñado por esta investigadora de nuestro Consejo Superior de Investigaciones Científicas y desarrollado por Marsi Bionics, que le permitirá una movilidad de 360 grados. Una preciosa noticia de la que sentirnos orgullosos como país pues ya no es que estemos hablando de un hecho tremendamente feliz y emotivo que ha venido a mejorar la vida de un pequeño y de su familia, es que hablamos del primer exoesqueleto infantil del mundo y de un logro fruto de lo público, de eso que es de todos y solo puede ser gracias a todos.

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