El túnel del amor

La aburrida, irrealizable, absurda, inútil e imposible idea que siempre tendrá bobos que se la compren

Elon Munsk es uno de esos tipos que con cuatro ideas y un chasquido de dedos se forra vendiendo coches que no están construidos en el mundo futuro de los coches eléctricos en el que nadie contamina nada y todas las gasolineras ya se llaman electrolineras y no tienen boquereles para surtir el preciado líquido sino clavijas macho-hembra o hembra-macho para surtir de electrones las baterías de los supertecnológicos coches del futuro. 450.000 reservas que tiene ya de su nuevo modelo para montones de optimistas que piensa que al menos en España van a cambiar los surtidores de la noche a la mañana. En Almería creo que hay un enchufe de esos. Ese y Snchez te cambian el mundo en un pis-pas sin poner un duro en nada.

Es el futuro, chicos, y si los demás ponen 100 no pasa nada si nosotros ponemos 50. Poner quiere decir en España decir que vas a poner y luego no poner nada o lo que pones no funciona. Pero el Tesla ese, el Munsk, va más allá en los inventos del TBO. Para acabar con los atascos y teniendo ya claro que los coches en el futuro serán, además de eléctricos, sin conductor, ya está el tío cavilando y haciendo pruebas. Y no se le ha ocurrido nada más que idear unos túneles por los cuales va, individualmente, tu coche desde tu casa hasta el sitio a dónde vayas. Dicho así parece una gilipollez pero el colega ya se ha gastado 10 millones de dólares en demostrar que eso es posible. Y ahí que enseña su túnel prefabricado donde el coche te recoge, te monta y te lleva a 240 km/h a cualquier sitio. Y tanto que es posible, pero la pila de túneles que harían falta, los problemas para hacer esos túneles en el subsuelo de las ciudades atascado de conductos y el coste desorbitado que tendrían para al final hacer cuatro túneles y que cuatro coches se librarán del mundanal atasco no ha sido óbice para el muchacho, que lo tiene pero que claro.

Y dónde quedarán los maravillosos bocinazos sin motivo, los indecisos que nunca ven el momento de entrar a una rotonda, ese momento fantástico en el que un alumno de autoescuela va delante de ti y no se aclara con los desvíos. Es normal que a la compañía que va a hacer esos túneles la llame la empresa aburrida (The Boring Company) y tanto que será una empresa aburrida, y el mundo subterráneo que pretende crear, aburrido e idiota. La aburrida, irrealizable, absurda, loca, inútil e imposible idea que siempre tendrá bobos que se la compren.

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