Que las elecciones municipales, y previsiblemente las autonómicas, están ahí lo vivimos día a día en la tensión que padecen los partidos políticos y allí donde gobiernan. Otro detalle lo encontramos en que muchos de los dirigentes han aparcado las vacaciones de agosto y, como mucho, se han "perdido" una semana para cargar pilas. Y el último, y más contundente, es que vayas a la fiesta que vayas, por pequeño que sea el barrio donde se celebra, y allí te encuentras a los secretarios generales o presidentes de partido con los líderes locales y con los vecinos. Y es que hay mucho en juego.

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