La esquina
José Aguilar
Una querella por la sanidad
Inmersos ya en plena temporada turística veraniega (a pesar de lo fresquito de junio, Dios sea loado), una noticia aparentemente intrascendente nos da pie a la columna de hoy: un ingeniero de Telecomunicación ha montado un chiringuito en la playa de Fuengirola y se ha convertido en un favorito de varios grandes chefs andaluces. Alfonso González, que es el nombre del visionario, posiblemente ha utilizado la inteligencia artificial para tomar el camino más adecuado que asegurará su futuro. Y el de la mayoría de los españoles porque, tal como se viene pronosticando desde hace algunos años, nos vamos a convertir definitivamente en un “país de camareros”, entendiendo que “camarero” se refiere a empleados hosteleros en general. Además, lo de “temporada estival” que escribimos al inicio, es un decir, porque la temporada turística es cada vez más larga y pronto abarcará todo el año en todo el país, como ya lo es en varias zonas y ciudades punteras en el sector. Para dolor de sus habitantes autóctonos, pero ese es un asunto con muy difícil solución.
Y el caso es que llevamos varias décadas escuchando las promesas de todos los gobiernos, nacionales y regionales, sobre el cambio del modelo de desarrollo para conseguir el incremento de la productividad. El camino, el único camino es invertir en I+D (investigación y desarrollo). Y algo ha aumentado, pero el porcentaje de lo invertido en I+D sobre el PIB, no solo no ha aumentado sino que ha bajado. Y en cuanto a la productividad, ya estamos consiguiendo alcanzar los últimos puestos de Europa. Dentro de España, Andalucía siempre ha estado a la cola en estas clasificaciones y, sobre todo, en la del poder adquisitivo. Bueno, pues ya hemos conseguido pasar de antepenúltimos a últimos: estos tres últimos años, desde que se hacen estos análisis por autonomías, nuestro PIB per cápita es el más bajo de España y un 25,1 % inferior a la media española. Esto tiene una ventaja: que no podemos caer más bajo, porque detrás del último no va nadie. Bueno, va el coche escoba en las vueltas ciclistas. Pese a todas estas cifras tenemos una esperanza: que nos pase como a la UD Almería, que se ha tirado toda la temporada disfrutando del farolillo rojo de la clasificación liguera y, en el último partido goleó al Cádiz y dejó al Granada colista, pasando a la historia de La Liga con un honroso penúltimo puesto.
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