La semana pasada, tras conocerse los datos de paro nos dejó la Encuesta de Población activa, todo eran buenas noticias: la menor tasa de paro de Andalucía y la provincia española donde, en términos relativos, más creció el empleo. Hoy, los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de abril nos ponen también en cabeza, pero de crecimiento del desempleo. ¿Debemos pasar del optimismo al pesimismo y de la esperanza al temor? No. El shock que la pandemia ha supuesto en el mundo laboral hace que, casi, al comentar los datos debamos hacer la misma advertencia que con las criptomonedas: "recuerde que el mercado laboral está sometido a una gran volatibilidad".

En Almería el paro subió 2.200 personas. Aumento que no puede compararse con el año pasado, porque fue, justo, el mes de más dureza del confinamiento. En la serie histórica este es un mes de crecimiento del paro, por el fin de Semana Santa y por el comienzo del fin de la campaña agrícola, aunque no al nivel de este año. El desempleo supera en un 23,60% al existente antes del covid, 17.021 parados cuya absorción este año se antoja, vamos a decirlo así, difícil Con la afiliación a la Seguridad Social sucede otro tanto. Excluyendo 2020, este es el mes de abril de mayor caída en el número de trabajadores en alta, 2.799 menos.

Retomando la idea de no ir saltando del optimismo al pesimismo, recordar que el ritmo de contagios ha descendido significativamente, aumentado el de vacunados y el día 9 finalizó el toque de queda y el cierre de la Comunidad.

Hay un dato que deberemos tener en cuenta en el inmediato presente para hacernos una idea de la evolución del empleo y es, quizás, el más importante de este mes: 933 personas salieron del ERTE. Se recuperó actividad pero creció el empleo. Aún restan 4.596 en esa situación y 5.694 autónomos en cese de actividad. Es previsible que al ritmo de la recuperación muchos regresen a la actividad. Sin duda afectará a las nuevas contrataciones cuyo número no crecerá de forma importante hasta que una gran parte de estos trabajadores haya regresado. El mercado laboral no es un estanque donde hay siempre el mismo número de peces. Se crean y destruyen empleos. La pandemia ha acentuado una tendencia, la automatización y sustitución de empleos por máquinas. Parte de los trabajadores en ERTE o autónomos no volverán al mercado laboral, mientras al tiempo se crean otros trabajos. Pero, al final, entre que unos salgan y otros entren, la cifra final no será la de crecimiento en el total de empleos.

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