Ya se ve el sol

Poco a poco he aprendido a llevar los papeles de tal manera que apenas ya lo mirasen e hiciesen preguntas

Es el primer día de mayo y es como si fuese el primer día de mayo después de cientos de años sin que hubiera existido mayo. Y ya se ve salir el sol como si nunca hubiera salido, y además ya se ve salir por mi ventana. Antes no se veía y la mayoría de los días estaban nublados y caía persistentemente una fina lluvia. Ahora sobre las 7:18 la salida del sol empieza a molestar en los ojos y tengo que bajar la persiana y hasta encender el flexo de la mesa. Dicen que hace 47 días, no sé si son tantos o son menos o más, sólo se que hace mucho tiempo, ya casi no me acuerdo, cuando corríamos a acumular todo lo posible y se veía que apenas había cosas en los supermercados, como una alarma nuclear, como algo que va a venir y nadie sabía exactamente qué. Ahora falta sólo un día para que la gente pueda más o menos salir sin papeles, sin documentos, sin que sí o sí te vayan a parar si coges el coche y vas a cualquier sitio, a mí, para hacer mi trabajo, me caían dos paradas seguro y a veces con preguntas y recelos. Ahora parece que los guardias han bajado la guardia. Poco a poco he aprendido a llevar los papeles de tal manera que apenas ya lo mirasen e hiciesen preguntas. Los dispositivos eran verdaderos despliegues de patrullas que aparecían y desaparecían. Y ahora que teníamos todo controlado, que ya todo el mundo se ha acostumbrado a todo, ya se ve salir el sol, y parece que poco a poco todo va volver a la rutina de antes. A salir con la inconsciencia de que no hay que tener ninguna precaución. Dentro de poco se podrá salir a la terraza sin que haga ese poco de frío de primavera y es posible que apetezca ir a comprar un periódico sin pensar en los manuales que dicen que el virus puede estar varios días en el papel, en el plástico o en la ropa. Y ni siquiera me había percatado de que el primero de mayo era festivo porque todos los días parecen igual, todos los días laborables, todos los días festivos. Y me ha dado por no madrugar y me he perdido como salía el sol el primero de mayo como el primero de todos los días como si antes no hubiese habido días. Y seguramente, contra pronóstico, saldrá el sol todos los días restantes, aunque algún día esté nublado. Y vendrá el calor y el calor abrasador y probablemente algún día dejen de radiar comunicados y previsiones. Algún día olvidaremos los gráficos y las estadísticas y veremos salir el sol como la cosa más vulgar del mundo.

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