El cañillo

Francisco G. Luque

Que no es el verano, que son las personas

El del año pasado, el de un pandémico 2020 que nos cambió la rutina, fue de los mejores de mi vida. Quizás el haber estado varios meses encerrado por culpa de la crisis sanitaria me hizo pillarlo con muchas más ganas de aprovechar el tiempo, de disfrutar cada instante y contexto que puede que antes de la COVID-19 no valoraba como debía. El caso es que ese verano fue maravilloso, pese a todo. Visitas improvisadas a La Isleta del Moro, baños al atardecer, reencuentro inesperado con los amigos de la infancia, charlando todos hasta la madrugada en el muro del Paseo Marítimo o tumbados sobre la arena a la espera de ver una estrella fugaz. Así eran nuestros días y nuestras noches el verano pasado, nuestro pequeño universo perfecto donde sanar la mente después de unos meses muy duros. ¿Hubiese sido un verano tan especial sin ese reencuentro casual con Alicia, Marina, Alberto, Tamara y David? Lo dudo mucho. Ojalá nos volvamos a encontrar todos en el de este 2021, porque siempre hay playa y estrellas que buscar, pero sin ellos, sin las personas de mi niñez, no será tan bonito.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios